Más que sólo ciencia ficción, AKA la humanización tecnológica
Escenario mexicano y estado actual
Más allá de ambicionar una escena fiel de ciencia ficción, los esfuerzos en robótica se dirigen a la aplicación de diversas disciplinas para desarrollar robots que cumplan con ciertos objetivos. Nuestro país ha destacado en el desarrollo de prototipos que han logrado posicionarse y ser merecedores de los primeros lugares en competencias nacionales e internacionales.
Aarón Barrón es un estudiante de los últimos semestres de la carrera de mecatrónica y pertenece a una asociación estudiantil creada en el 2006 en UPIITA. Este grupo ha logrado alcanzar los principales puestos en distintos tipos de torneos de robótica, donde demuestran y ponen en práctica las habilidades aprendidas. Al año, el club participa en aproximadamente tres concursos internacionales y diez nacionales, en distintas categorías y durante cuatro años consecutivos se han posicionado en el segundo lugar a nivel internacional, por ganar el mayor número de medallas posibles, debajo de Estados Unidos que ocupa el primer lugar. “El último año ganamos 15 medallas y nuestro reto es siempre ganar más por año para llegar a ocupar el primer lugar”, dijo Barrón. “Esto es algo que hacemos en nuestro tiempo libre, de hecho comenzó como algo informal. Hasta que logramos que la universidad nos diera un espacio”, así lo describió.
Las características de las categorías en los concursos, varían en cuanto al peso, funciones, tamaño, aplicaciones, entre otros, también se cuenta con categorías libres en las que los alumnos tienen mayor libertad expresiva.
Apoyos y vínculos con el mundo profesional
“El club de minirobótica lo financiamos nosotros, los materiales y todo lo que requerimos, por ello nuestras creaciones están dentro de nuestro presupuesto. No obstante contamos con el apoyo del IPN que nos aporta el espacio y nos apoya con las inscripciones a los concursos y cuestiones de viáticos. Por otro lado, poco a poco nos voltean a ver de forma más seria debido al papel que representamos en las competencias”, destacó Aarón.
Para Rodolfo Reyes, profesor de tiempo completo en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), encargado del laboratorio de robótica, enfocado al área de investigación en control de sistemas mecatrónicos y robóticos, la industria privada aún no logra un vínculo estrecho con el mundo académico, ya que según su punto de vista, existe un alto nivel de desconfianza, por ello optan por inversiones y compra de tecnología de otros países. “Nosotros tenemos que buscar las oportunidades para hacer este tipo de lazos, como el servicio social o impulsando programas”, continuó Reyes.
En el caso de Aarón y el club al que pertenece, pocas son las oportunidades provenientes de la industria privada, “actualmente estamos conversando con los del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México, para la realización de proyectos; sin embargo, los vínculos son pocos”.
Para Alberto Fernández, el apoyo lo encontró con la industria privada, gracias a la presentación de sus proyectos ante ciertas cámaras de comercio o a empresarios: “ahora trabajo en una tecnología para tortillerías, la cual reduce considerablemente el consumo de los recursos que se requieren para la producción. Esto lo he presentado ante empresarios que ya están interesados, pero en general, puedo decir que en México los apoyos también se dan mucho por ‘palancas’”.
Los escasos recursos destinados a la ciencia y tecnología en nuestro país, pueden significar un ocaso de estos talentos que luchan por destacar ante las adversidades, uno de los problemas que aqueja a los alumnos que desean realizar su carrera en este sector, es que debido a la falta de recursos deben de migrar al extranjero donde su talento es más valorado que en su propio país, tal fue la percepción de la mayoría de los entrevistados.
“Hace falta que las instituciones crean más en los estudiantes y no solo apoyen a los investigadores de prestigio (porque no son ellos necesariamente quienes más producen), también la comunidad de estudiantes cuenta con ideas nuevas y creativas, que es lo que más se requiere”: Alberto Fernández, UNAM.
