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La idiosincrasia del empresario mexicano VS oportunidades en la PyME

La falta de cultura empresarial e individual es la responsable de la poca adopción con al tecnología

En este escenario, Zavala clasificó a las empresas en dos tipos: estratégicas y tradicionales. Las primeras involucran todas aquellas que están conscientes de la necesidad de soluciones tecnológicas para mejorar sus procesos y conocer mejor a sus clientes, representando 28% de las organizaciones en México.

Las segundas utilizan la tecnología porque no les quedó de otra al verse en la necesidad de hacerlo, pero no lo consideran estratégico. “La mayoría de las empresas mexicanas no están pensando en tecnología como negocio”, ratificó.

Agregó que diversos organismos están apoyando al desarrollo tecnológico empresarial en complemento con la Secretaría de Economía, como Canieti, Amiti y Canacintra; aún así, se requiere de un ecosistema que involucre varios actores para darle soporte a la PyME.

Detalló que hoy en día estas empresas se están acercando a soluciones tradicionales orientadas al análisis predictivo de comportamiento de la organización, simplificado en conocimiento de sus clientes, mejora de procesos de organización y análisis del negocio.Ello mediante herramientas como EPR, CRM y bussines inteligent, además del tema de factura electrónica y cómputo en la nube.

Empresas que se heredan

Sin lugar a dudas, el tema de la implementación de tecnología en el ámbito empresarial implica un cambio generacional el cual se está reflejando en las empresas familiares, donde los hijos toman cargos directivos dentro de la empresa y llegan con sensibilidad tecnológica, provocando una adopción más rápida.

Sin embargo, el ejecutivo de Fumec precisó que este tipo de negocios implica algunos riesgos, sobre todo cuando se requiere tomar decisiones de negocio, como decidir quién ocupará un alto cargo en la empresa, si el familiar u otra persona que cuente con más experiencia, pero ajena a la familia.

“Hay una gran cantidad de emprendedores que surgen de una idea de negocio, con habilidades técnicas pero sin nociones de dirección de empresas, siendo este grupo a quien les cuesta más trabajo la toma de decisiones”.

En contraparte, la ejecutiva de IDC sostuvo que este tipo de negocios han crecido de manera interesante, pues explicó que la evolución de estas empresas también se ha dado en las personas, por lo que este cambio generacional se seguirá dando, trayendo con ello la profesionalización, volviéndose más rentables y sustentables con el tiempo.

“Sin lugar a dudas, si se cumplen con estas condiciones, las medianas empresas crecerán, permeándose cada vez en términos de negocio más grande”.

En conclusión, el entrevistado recalcó que el canal se sitúa en un doble papel en el tema de la PyME, pues por una parte representa una gran oportunidad de negocio tanto para el reseller como para el fabricante, de manera que sólo hay que saber cómo acercarse a ella, a través de información cuantitativa y cualitativa para conocerla mejor e identificar las necesidades de este segmento.

Por otra parte, al ser parte de este grupo de empresas, el reseller necesita ofrecer soluciones de valor agregado, ya que no puede ser solo un distribuidor, requiere un plus en su proceso de venta. Para ello, hay programas que les ayudarán a desarrollar una oferta enriquecida para profesionalizar su empresa y elevar sus ventas.

“La diversidad de los negocios es amplia, lo que implica un reto para el distribuidor; sin embargo, atender a ciertas verticales y hablarle en su propio idioma es lo que les ayudará para fungir como asesor tecnológico y de negocios”, concluyó Rivas.

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