El mundo conectado sigue rodando

El cable como estructura
En un inicio, los cables coaxiales tomaron la delantera en su utilización, pues cuando surgieron las computadoras personales éstos mostraban mayor flexibilidad y sistemas abiertos, pero con múltiples problemas cuando se realizaban cambios de equipo.
Fueron creados para transportar señales eléctricas de alta frecuencia y poseen dos conductores concéntricos: uno central llamado vivo, encargado de llevar la información, y otro exterior, de aspecto tubular, llamado malla o blindaje, que sirve como referencia de tierra y retorno de las corrientes. Todo el conjunto suele estar protegido por una cubierta aislante.
Debido a la necesidad de manejar frecuencias cada vez más altas y a la digitalización de las transmisiones, en años recientes se comenzó a sustituir paulatinamente el uso del cable coaxial por el de fibra óptica; en particular para distancias superiores a varios kilómetros, porque el ancho de banda de esta última es muy superior.
Los cables coaxiales pueden ser de dos tipos: de cloruro de polivinilo (PVC) o de plenum.
Anterior al surgimiento del cableado estructurado existía el llamado propietario, pero éste provocaba problemas de desarrollo tecnológico, pues las compañías tenían que cambiar todo el cableado cuando requerían modificar su sistema.
Al ver esto, la Telecommunications Industry Association y la Electronic Industries Association decidieron generar un cableado genérico al cual denominaron cableado estructurado, el cual sentó las bases para que cualquier aplicación o sistema pudiera correr sin importar que fuera de voz o video. De esta forma, se estableció una estandarización de medios de distribución con interfaces de conexión, que cumplen con las normas internacionales.
Cabe recordar que empresas como Belden y Anixter aportaban productos o información para que dichas tecnologías pudieran estar al alcance de los usuarios de manera correcta.
“Belden era la biblia del cable; ahora ya tiene otras vertientes, pero, en aquel entonces, sus manuales eran muy ilustrativos y contenían la información necesaria para que quienes sabían interpretarlos pudirean diseñar una red”, señaló Ferreira.
Asimismo, en 1988 Anixter presentó su programa de niveles como una especificación de compra según sus necesidades y para informar sobre las empresas que van más allá de los requerimientos mínimos que marcan los estándares.
Es así que el nivel uno es para aplicaciones de voz, dos para aplicaciones de 10 Mbps y tres para redes a 16 Mbps. En 1989 apareció el nivel cuatro a 20 Mbps y en 1991 el cinco, a 100Mbps. Para 1997 surgió el nivel seis, referente a 350 MHz y enseguida el siete, a 400 MHz.
A principios del 2000, se dio la tercera etapa de este programa, que trata sobre los niveles XP, los cuales pueden probar la red no sólo en la parte pasiva y eléctrica, sino también en la activa. Esto permite saber cuántos errores se generan y evitar retransmisiones, que son la causa de los cuellos de botella.
Gracias a esto, viene la categoría 5e y la 6, usado en Fast Ethernet y Gigabit Ethernet.
Actualmente, se cuenta con las categorías 6a para transmisión a frecuencias de hasta 500 MHz y el nivel 7 para frecuencias de hasta 600 MHz.
Posteriormente, surgió el cable blindado STP (Shielded Twisted Pair Cabling) o FTP, que mejoraba el paso de información. Al mismo tiempo, apareció el manejo de tierra física, pues el cable protegido con malla se debía aterrizar; aún no se desarrollaba la cultura para instalar esta protección eléctrica en telecomunicaciones.

Subsistemas de cableado estructurado
• Sistema de cableado vertical
• Sistema de cableado horizontal
• Sala de área de trabajo
• Cuarto o espacio de telecomunicaciones
• Cuarto o espacio de equipo
• Cuarto o espacio de entrada de servicios
• Administración, etiquetado y pruebas
• Sistema de puesta a tierra para telecomunicaciones