Observar, prevenir y ganar
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El circuito cerrado de televisión mutó en la videovigilancia, que, aunado al avance tecnológico, abrió un nuevo segmento de negocio con atractivas ganancias en el corto plazo.
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Escenas como la muerte de un individuo tratando de desarmar a otro en plena hora pico en el metro de la Ciudad de México, el choque del Metrobús con autos que le quieren ganar el paso, el ataque a una joven latina en el metro de España o la suerte de un niño que sale ileso del impacto de un auto en un país de Asia dieron la vuelta al mundo gracias a sistemas de videovigilancia. Pero, ¿qué hay detrás de estas soluciones?, ¿qué elementos las componen?, ¿cuál es su perspectiva de mercado? y ¿porqué los principales proveedores de dispositivos de estas aplicaciones han volteado a ver al canal? Una respuesta a estas interrogantes se da con la convergencia y el fortalecimiento del protocolo IP, pues se dio la posibilidad de adaptar el video en una red convergente y abaratar el costo de los componentes de las aplicaciones de vigilancia. Inicia el recorrido El circuito cerrado de televisión o su acrónimo CCTV (Closed Circuit Television) es una tecnología de videovigilancia visual diseñada para supervisar una diversidad de ambientes y actividades. El circuito puede estar compuesto por una o más cámaras de vigilancia conectadas a uno o más monitores o televisores, que reproducen las imágenes capturadas por las cámaras. En un sistema moderno, las cámaras que se utilizan pueden estar controladas remotamente desde una sala de control, donde se puede configurar su panorámica, enfoque, inclinación y zoom. Estos sistemas incluyen visión nocturna, operaciones asistidas y detección de movimiento, que facilitan ponerse en alerta cuando algo se mueve delante de las cámaras. Se está desarrollando desde hace mucho tiempo con las cámaras análogas, el mercado tiene más de 15 años en productos de seguridad, donde se han desarrollado productos muy específicos. “En Sony desarrollamos el CCD (chip receptor) de las cámaras, que es el ojo de la cámara con características de vanguardia, lo que permite que la imagen que se obtiene tenga una mejor calidad y desempeño a las condiciones de iluminación y contraste y de movimiento”, comentó Guillermo Dávila, gerente de Ventas de Broadcast y Professional Group de esa firma. El avance de la tecnología ha dado el beneficio de que se abaraten los costos, haya más funciones en las soluciones y, también, más competidores. El directivo señaló que se empezó con cámaras de circuito cerrado, a la fecha hay equipos que han funcionado de forma continua por más de 10 años con poco mantenimiento.
En este sentido, el entrevistado señaló que continúan con la producción de cámaras CCTV; “las estamos manteniendo y seguimos cubriendo las necesidades de nuestros clientes que adoptan este sistema; sin embargo, les ofrecemos tecnologías IP e híbrida, para que puedan tener lo mejor de los dos mundos”. Dávila explicó: “Respecto de las diferencias, técnicamente, la señal de CCTV es de video análogo o NTSC, que normalmente corre por un cable de video coaxial, no da la posibilidad de monitorear vía remota. Solamente se adecua el monitoreo que se haya previsto a través del cableado. No se podrá obtener más video fuera de esa zona”. |
Tomando en cuenta el desarrollo de comunicación por medio de redes de datos y la eficiencia de los anchos de banda, los principales fabricantes han lanzado funciones que corren en redes, ante lo cual se dio el desarrollo de cámaras IP.|
En cambio, IP está basado en los protocolos de Internet y de esta forma, por medio de un browser, se puede ver la imagen de una cámara en un servidor que también sea IP, entonces existe monitoreo de forma remota y se controlan cámaras que tengan la funcionalidad PTZ, con lo cual se da mayor control de una solución de seguridad. Añadió que ambas tecnologías corren simultáneamente, pues se proyecta que el CCTV tradicional no tendrá crecimiento pero mantendrá sus niveles de mercado, por lo menos en cinco años. IP crecerá porque explotará los recursos de la Red, como valores o aplicaciones, ante lo cual, ambos sistemas correrán de forma simultánea, no desaparecerá uno por el otro. En este sentido, Dávila explicó que existen tres tipos de cámaras: las análogas, en su mayoría fijas y con PTZ; IP, con un nivel de entrada fija, y las terceras son las PTZ, que tienen capacidades muy importantes porque dan hasta 360 grados de monitoreo. Por otro lado, la compresión de imagen que usan las cámaras IP, por ejemplo .jpg, que dan muy buenas fotos, pero tienen la desventaja de consumir mucho ancho de banda. En cambio el formato .MPG4 es más usado porque utiliza los recursos de Internet para ver video; también existe un nuevo protocolo que se derivó de la compresión de los sistemas de video conferencia: H264, que consume menos ancho de banda con excelente calidad de video. “Sony ya tiene en el mercado cámaras de alta definición, con resolución de 1,070 por 768 con aproximadamente 720 líneas de resolución, que estarán disponibles en México a principios de año”, señaló el entrevistado.
El ecosistema Las implantaciones de videovigilancia requieren de varios componentes para lograr una excelente eficacia, cuyos principales proveedores manejan alianzas para ofrecer soluciones de monitoreo con cámaras, networking con proveedores de hubs, radios de transmisión, sistemas inalámbricos mesh, Wi-Max, Wi-Fi. El directivo de Sony destacó el trabajo con desarrolladores para ofrecer aplicaciones, sobre todo en proyectos IP. Milestone, IPronet y Onssi son proveedores de software que trabajan con cámaras y que, aunados a ciertos accesorios, como domos, soportes, postes de seguridad, se integran soluciones robustas, donde “el ecosistema depende del tamaño de la infraestructura actual del cliente”, detalló Dávila. La integración Actualmente está muy marcado el integrador de IP frente al de CCTV, de acuerdo con Guillermo, si hay una transición, sobre todo porque los fabricantes se tienen que adecuar a las tendencias tecnológicas. Especificó que en el caso de Sony, tienen distribuidores muy ubicados en atender el mercado análogo y también a los VARs, que integran soluciones no sólo de Sony, sino de empresas de comunicación inalámbrica que proveen redes mesh, Wi-Fi, ruteadores, sistemas de switches, etcétera, cubriendo de esta forma las necesidades de comunicación de las empresas por medio de redes de datos, pero con la capacidad de instalar una cámara y comunicarla por medio de IP. “La experiencia que debe tener el distribuidor por el lado IP debe ser muy fuerte con respecto del mundo análogo”, agregó. Además, “en el mercado de CCTV están aprendiendo y nos encargamos de darles entrenamiento y desarrollo para que poco a poco puedan migrar de la plataforma análoga a IP.” Perspectivas La posibilidad de negocio para todos es muy amplia, según Dávila, pues con base en las tendencias de mercado, la tecnología análoga se mantendrá a un cierto nivel; donde se enfocaran será en el desarrollo de soluciones IP, porque se espera un crecimiento de 30% de mercado al año. “Es una realidad que nuestros distribuidores actualmente buscan crecer junto con nosotros y los estamos apoyando, al ofrecerles nuevos productos, entrenamiento, capacitación y, en caso de que sea necesario, expandir nuestros canales”, finalizó. |
Con lo anterior se mejoran características como detalles de forma clara, acercamientos e identificación de personas, situaciones, o hechos donde se pueda tomar una acción preventiva, correctiva o prender alarmas.
