Edición Especial

Redes y servicios convergentes

El avance de la tecnología de transmisión de datos, voz y video ha llevado a una complejidad de estándares y protocolos que buscan la simplificación para la adopción por parte de diversos tipos de usuarios.

El ambiente de tendido de cables de fibra o cobre, acceso inalámbrico y capacidad de banda ancha para otorgar diversos servicios de voz, datos e imágenes se ha vuelto más estable por la baja de precios en estándares más económicos y fáciles de adoptar.
La unión de los ambientes de datos, voz e imágenes, en un único dispositivo y una sóla red data de antes de la década de los 90, con las primeras pruebas de video-texto y el uso de la limitada plataforma Frame Relay.
Con la mayor capacidad técnica de los equipos, la popularización de Internet y el advenimiento de IP (Internet Protocol) se comienzan dar los primeros pasos para lograr la optimización en inversión y gasto de tecnología.
En la actualidad ya es posible que por un sólo medio se pueda dar el tráfico de datos y voz, o también usar telefonía IP, acceso a la Web a través de aparatos de telefonía móvil y transmisión de video en una computadora portátil con conexión inalámbrica.
Estas redes de próxima generación se traducen en la integración de las WAN (Wide Area Network), LAN (Local Area Network) y MAN (Metropolitan Area Network), que sirven para diferentes ambientes y necesidades como redes corporativas de larga distancia, redes locales e infraestructura pública, respectivamente.
Transmisión de voz y datos
Desde los años 80 se discuten tecnologías que se caracterizan por soportar el transporte de datos tradicionales como los registros de una base de datos, archivos o mensajes; o el transporte de otros medios como audio y video.
A pesar de la existencia de las redes digitales de servicios integrados, el concepto de tecnologías convergentes empezó a cobrar auge con el surgimiento de redes de banda ancha y con el advenimiento de la tecnología ATM (Asyncronous Transfer Mode).
ATM se basa en la conmutación de células y fue desarrollado para garantizar la calidad de servicio para el transporte integrado de datos, voz y video. Hoy, el soporte y el empleo de esta tecnología es restringido.
Un ejemplo de la nueva realidad de las redes es la tecnología Voz sobre IP (VoIP), que utiliza infraestructura de datos y realiza el transporte de voz.
La tecnología digitaliza la voz por medio de la conversión de las señales analógicas en señales digitales o datos para que las computadoras puedan entenderlas. Los datos son empaquetados dentro del protocolo IP y son transportados en redes locales o enviados por redes de larga distancia o Internet.
Uno de los factores determinantes para la popularización de la tecnología VoIP es el ahorro generado por su uso. El costo total de propiedad de voz es más alto que el de la red de datos, por lo cual VoIP hace viable la unificación de mensajes de voz, fax y correos electrónicos para hacer realidad la promesa de la mensajería unificada y los usuarios siempre conectados en cualquier tiempo y lugar.
Sin embargo la calidad de la voz transmitida por la red de datos no era equivalente a la identificada en una llamada telefónica convencional, lo cual era una limitante en su adopción.
Actualmente esto ya no sucede, a pesar de que algunos técnicos afirman categóricamente que la calidad de red VoIP nunca será igual a la red de voz, lo cual exige un mayor control y administración de la red IP.
Entre las preocupaciones por el concepto VoIP están la interoperabilidad y la seguridad, pues la voz en redes de datos facilita la invasión de hackers y exige una mejor gestión.
Para resolver la cuestión de la interoperabilidad, los fabricantes de equipos empiezan a invertir en la adopción de los modelos H.323 y SIP (Session Initiation Protocol).
El patrón H.323 es el más adoptado por los sistemas actuales de videoconferencia, define desde los patrones de codificación de voz y video hasta los componentes básicos para la creación de ambientes de redes locales con soporte a la conmutación de voz, con interconexión a la red telefónica tradicional.
Por otro lado, el SIP, competidor del H.323, es un protocolo que hace posible la conexión entre las redes públicas conmutadas e Internet, se usa para la telefonía IP, conferencias multimedia y comunicación interactiva, entre otros. Al igual que otros protocolos dominantes en Internet (HTTP, FTP, SMTP), el SIP está basado en texto.
Por qué una red IP
La implantación de una red IP depende de un análisis del ambiente de la red de cada organización y de un proyecto detallado para saber los alcances de comunicación y sus necesidades actuales y a futuro.
Antes del inicio de un proyecto, deben trazarse y evaluar los puntos siguientes:
–Análisis del ambiente actual de la red de datos
–Tendencia de crecimiento del número de usuarios
–Sistemas y políticas de seguridad en la red actual
–Existencia de sistemas y políticas de administración de la red futura
–Costo total de propiedad
–Existencia de red inalámbrica
–Soporte a la convergencia en el ambiente actual
En un estudio comparativo realizado por LARC (Laboratorio de Arquitectura de Redes de Computadoras) de la Escuela Politécnica de la Universidad de Sao Paulo, una red de voz consume, aisladamente, 30% de los costos de llamadas de voz (éste es el mayor costo). En el caso de la red de datos, 30% van para el enlace.
Al juntar los dos ambientes se verifica que el costo de transmisión se fija en alrededor de 39% (enlace de datos, voz y equipos), lo que de inmediato se refleja en un ahorro para el usuario.
Para proporcionar una red IP segura, robusta y que permita escalabilidad, es necesario un cierto número de componentes tecnológicos para la formación de la infraestructura básica. Dependiendo del nivel de evolución de la adopción de IP dentro de una determinada organización, algunos de estos elementos ya pueden ser usados.
De tal manera que la necesidad de la tecnología IP es determinada por el grado de uso de los servicios IP convergentes decidido por cada organización. Hay tres formas de evaluar dicha demanda:
–Explotar. El papel de los servicios IP de toda una red de este tipo para un segmento limitado de los negocios o grupo de personas. Esto puede servir a un gran número de propósitos. Una pequeña implantación en una infraestructura que ya exista muestra a los proveedores que son capaces de ofrecer los servicios IP convergente.
–Migrar. Llevar a partes de la organización a los servicios IP, mientras que otras áreas se mantienen en la infraestructura de comunicaciones existente. Las dos redes pueden ser integradas a lo largo del tiempo.
Lo anterior podría ser la integración de sucursales por medio de una red WAN, que conduzca el tráfico de datos, para también conducir el tráfico de voz o implementar una única aplicación. El abordaje de migración permite una graduación de los gastos de capital de la organización, también permitiría a la empresa sacar ventaja de cualquier disminución en los precios y de las mejoras en la funcionalidad, a medida que los servicios IP convergentes se vayan tornando más comunes.
–Sustituir. Demanda mayor compromiso y es más cara. La organización comienza desde cero y realiza actualizaciones de toda la infraestructura existente para IP.
La construcción de una infraestructura convergente cuesta entre 5% y 15% más que una tradicional; la mayoría de los costos adicionales son consecuencia de la necesidad de redundancia, confiabilidad y calidad de servicio que se desea.
A pesar de que el costo es más alto, la reducción de gastos de servicio, mantenimiento y gastos con la red pública, significan ahorros considerables.
La consolidación de servicios futuros
Las plataformas de próxima generación permiten la oferta de servicios de transmisión de datos en banda ancha, PABX IP y telefonía en VPN IP(Virtual Private Network IP o redes privadas virtuales).
Los proveedores quieren tener disponibles aplicaciones corporativas más sofisticadas, entre las cuales se encuentran videollamada, videoconferencia sobre IP y una generación de equipos y sistemas de mensajes unificados que integren teléfono y correo electrónico en un sólo buzón, con capacidad de administración de contactos.
Estas soluciones permitirán a los usuarios acceder, manejar y contestar todos sus mensajes a partir de una desktop, laptop, teléfono o PDA de forma virtual en cualquier parte del mundo.
La mayoría de los fabricantes coinciden en que dicho escenario será posible con la integración entre diversas redes: locales como WLAN y Wi-Fi, las personales PAN, corporativas de larga distancia, WAN y las de telefonía fija y móvil.
La unión permitirá que celulares con recursos Wi-Fi trafiquen voz, datos y video directamente entre las redes móviles públicas y las redes locales inalámbricas de las grandes empresas, sin que el usuario se dé cuenta.
La migración de las redes convencionales a las infraestructuras de nueva generación pasa por la implantación de los softswitches (conmutadores de software), que mantienen el control de la infraestructura, y de dispositivos como los media-gateways para la interconexión de las redes de voz y datos existentes.
En las redes convergentes, las tecnologías Ethernet, Fast Ethernet y Giga Ethernet serán usadas como interfaces de acceso a través de la implantación de estructuras SDH-NG.
En el caso de las WLAN, los puntos de acceso público a la red, los hotspots, muchos todavía basados en el patrón 820.11b (con velocidad de hasta 11Mbps), serán sustituidos por dispositivos en el patrón 802.11g, capaces de traficar datos a 54Mbps en la frecuencia de 2.4GHz.
Mientras los links Wi-Fi de medio alcance (hasta 120 metros) permitirán el acceso por banda ancha a los sistemas corporativos y a Internet, a través de los teléfonos celulares, PDA y notebooks.
Intel, que impulsó el crecimiento del segmento de WLAN con la plataforma Centrino (que incluye procesador, chipsets y recursos inalámbricos integrados de red) prepara el nuevo paso. La compañía también está involucrada en el montaje de las redes metropolitanas WiMAX, con lo cual se busca universalizar la banda ancha inalámbrica.
A final de cuentas el objetivo es simplificar el complejo ambiente de las telecomunicaciones: transportar toda la información: conversaciones telefónicas, video, archivos, correos electrónicos, entre otros, que transitan por la red, en paquetes digitales basados en IP.
De esta forma, las operadoras no necesitan separar cada parte de su infraestructura física para prestar un cierto tipo de servicio, como telefonía o transmisión de los datos.
Los mayores desafíos tecnológicos todavía son la inexistencia de redes cableadas totalmente ópticas hasta el usuario final (última milla), lo cual imposibilita el aprovechamiento de todas las ventajas ofrecidas por la fibra óptica, y la lentitud y la falla de cobertura de las infraestructuras inalámbricas, que causan oscilación en el tráfico entre las redes y vulnerabilidad en el intercambio de información.

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