En cambio, los negocios en este rubro continuaron, pues a decir de Samuel Pérez, gerente de Factura Electrónica en Contpaq i, en la empresa triplicaron el volumen de ventas de noviembre a diciembre. Asimismo, comentó: “El cambio de año también trajo más dudas en usuarios y distribuidores; es importante compartir la información con ellos, si bien el año fue bueno, estas medidas sólo alcanzaron a 6% de los contribuyentes, queda 94% que adoptarán esta tecnología tarde o temprano”.
Más allá de la obligatoriedad, F@C representa múltiples beneficios como una mejor gestión de comprobantes, automatización de procesos y reducción de costos. Otro elemento positivo es la posibilidad de tener mayor seguridad en los procesos de facturación, almacenamiento e incluso mejorar procesos internos de los propios contribuyentes.
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Para Grupo Loranca, socio master Contpaq i, el fin de año estuvo saturado, pues la demanda superó la capacidad del integrador; de acuerdo con su director, Ricardo Loranca: “El SAT pudo hacer el cambio más paulatino, pero sin duda nos benefició en términos de rentabilidad, el negocio no se limita a vender cajas, pues el usuario demanda servicios de implantación y soporte”.
Incluso, el partner rechazó algunos proyectos para concretar de manera correcta las implantaciones que ya tenía acordadas. En promedio, una solución de esta naturaleza en una PyME se lleva un tiempo relativamente corto.
De acuerdo con Loranca, hay que distinguir dentro de la PyME dos categorías: aquellas que facturan productos y las que ofrecen servicios. En estas últimas basta con un curso de un día y otra jornada para la configuración del sistema; para las que facturan productos hay que agregar un módulo de inventario. Al contar con diferentes áreas: almacén, facturación y cobranza, el proceso de capacitación se hace más complejo, con una duración de dos a cuatro semanas.
Entre los retos, el directivo destacó la necesidad de estar al día sobre los cambios que realiza el SAT. Otro obstáculo al cierre de año fue que muchas empresas detuvieron sus actividades, lo que redujo el tiempo para cumplir con las fechas marcadas por la autoridad.
Para la empresa, el modelo de negocio no cambia mucho con la llegada de CFDI, pues sólo es necesario comercializar el sistema, implantarlo y capacitar al usuario para adecuarlo a sus operaciones diarias; por el contrario, es la posibilidad de incrementar el número de oportunidades.
“La recomendación para Contpaq i es poner a disposición de los usuarios finales más información, pues la demanda hace que el canal se distraiga de su labor comercial; por ello, el contribuyente necesita bajar manuales y solucionar sus propios problemas”, mencionó Loranca.
