La importancia de la red en cloud computing

Sin una infraestructura segura, flexible e inteligente no se podría concretar el objetivo del cómputo en la nube, pues con esta tendencia, surgen nuevos retos a superar

En una estrategia de cómputo en la nube, las redes se vuelven vitales, pues dentro de ellas correrán los servicios, aplicaciones y datos que ya no residirán en las instalaciones del cliente.

Además, dentro de una estrategia de cloud computing, las redes se vuelven primordiales, sobre todo porque el usuario ya no es dueño de las aplicaciones o la infraestructura, ante lo cual dependerá de qué tan buena sea la comunicación con su prestador de servicio o de la red misma.

Al respecto, Jorge de la Fuente, gerente de Producto y Mercados Verticales para América Latina de Panduit, ejemplificó: “Si la red es deficiente, los usuarios estarán pagando por servicios deficientes, es como si el servicio fuera la energía eléctrica, si el cliente se conecta al suministro por medio de un enlace deficiente en su edificio, pagará por servicios mermados por su red y no porque la calidad del servicio del proveedor sea mala, esto causa problemas y más gastos.

Ante ello, el objetivo es que las redes deben ser abiertas para dar servicios en cómputo en la nube; es necesario que puedan crecer de manera escalable, al tiempo que se puedan agregar otros proveedores dentro de la misma red.

Al respecto, Heriberto Celaya, director del área de Preventa de Avaya, señaló que al ser la infraestructura sobre la cual corren todas las aplicaciones, entendiendo que cloud computing es una nueva forma de plantear los servicios hacia los usuarios, para que no tengan que hacer una inversión de infraestructura dedicada con altos niveles de servicio, la red debe ofrecer alta disponibilidad.

“Los sistemas que soportarán las aplicaciones y los servicios tendrán una importancia primordial, ya que sobre éstos se necesitarán capacidades de redundancia de banda y protección, para asegurar un nivel de servicio hacia el cliente final”, agregó.

En este sentido, detalló que en la industria se acostumbra a escuchar calidad de servicio en los paquetes, darle prioridad a alguna de las aplicaciones que se están corriendo, “ahora ya estamos a un nivel más arriba, ya es la calidad de la aplicación que recibirá el usuario final está corriendo dentro de esta red de datos”.

Explicó que los procesos son más complejos, pues se debe identificar al usuario, definir las aplicaciones a las que acceda, dar velocidad al acceso de acuerdo con la naturaleza de la aplicación que corre, puede ser voz, datos, video, y se pueden segmentar estas aplicaciones a través de horarios, servicios, grupos de personas, accesos de computadoras, medios alámbricos, inalámbricos. “Todo esto es lo que englobará la calidad frente al servicio”.

Por su parte, De la Fuente señaló que los proveedores de hardware, equipo activo, le están prestando la importancia que tiene la infraestructura, pues “ya no es necesario que se tenga un mega servidor si no está en el lugar adecuado con las conexiones adecuadas; es lo mismo para los ruteadores y equipo de siwtcheo, pues son parte de la eficiencia completa”.

“El poder de cómputo no es nada si no lo puedo distribuir, con eficientes costos como uso de energía y disipación de calor”: De la Fuente

Redes abiertas y escalables
Como en la mayoría de los usos de una red, en cloud computing éstas deben ser abiertas para dar servicios, al tiempo que pueden crecer de forma escalable, a la par de agregar otros proveedores dentro de la misma.

“Existen aplicaciones que entran de manera transparente hacia cloud computing, ejemplo de ello son los portales de voz, como los call center, pues el cliente puede utilizar un portal de voz y pueden comprarle a los proveedores de cloud computing, los cuales requerirán la aplicación solamente durante la campaña, una cantidad definida de puertos de tiempo y servicio”, explicó Celaya.

De acuerdo con el vocero de Avaya, la visión estratégica del futuro de las redes es bajar la forma en cómo trabajan los carriers hacia el enterprise, donde cualquier cliente, cualquier equipo activo, que es un punto de acceso hacia los usuarios finales, se conecte de manera transparente hacia las redes de voz y de datos.

“El futuro es que cualquier tipo de cliente puede tener acceso a estas aplicaciones, todo basado en estándares, manteniendo las reglas de seguridad”, explicó Celaya.

La oportunidad en la cadena
Para el integrador, la forma de hacer negocios puede estar dentro del esquema tradicional que consiste en la venta de equipo activo directamente al usuario final y éste cree su cloud computing, donde trabajen sus diferentes sistemas.

A decir de Celaya, el nuevo esquema del cual pueden tener ingresos a diarios consiste en que el canal se convierta en proveedor de cloud computing, donde el usuario final no tenga que hacer ninguna inversión de infraestructura y reduzca sus costos y solo rente de servicios.

“La variedad es extensa porque no se quedan en ser proveedores de infraestructura, si no pueden realizar contratos y tener control de los niveles de servicio”, agregó.
De acuerdo con el perfil de integrador y sus niveles de inversión serán los márgenes de ganancia.

Los escollos a sortear
Conforme crecen los datos, las aplicaciones y la forma de acceso a la información, surgen nuevos retos para los empresarios; por ejemplo, las aplicaciones que corren dentro de las redes cada día son más demandantes y de diferentes medios de comunicación, como el video, la presencia y esto hace una petición más fuerte de un ancho de banda, ya sea en una red local o una WAN hacia los ISP.

Dichos requerimientos están en la PyME y grandes empresas; para afrontar estos retos hay diversidad de equipos, hardware, software y recursos humanos, con los cuales pueden acercarse, para resolver esos problemas.

Otro factor es que las empresas quieren la reducción de costos en los enlaces, ante lo cual deben buscar opciones económicas y hay soluciones disponibles, con diferentes métodos, protocolos y estándares.

“Es básico tener estándares para integrar diferentes aplicaciones y un reto es la gestión de estos diferentes productos que se manejan, como comunicaciones unificadas, protección de datos y contra intrusos, junto a equipos de virtualización o de optimización de ancho de banda, hacer la administración del día para que las aplicaciones continúen su función y el negocio siga funcionando es un reto que tienen las empresas”.

Y la oportunidad entra de nuevo para los integradores: ya sea que el usuario lo haga de manera tercerizada o que el mismo cliente haga la inversión de infraestructura y el fabricante ofrezca la mejor tecnología que exista en el mercado para que sea de manera más fácil y transparente.

De acuerdo con el directivo de Panduit, hace años en la industria se hablaba de convergencia, ahora el tema es automatización, es decir tener todo siempre conectado a las aplicaciones, ahora hay que automatizar esos procesos.

“Por eso la infraestructura debe ser capaz de tomar decisiones por sí misma. Llegaremos a un momento en que las mismas aplicaciones, servidores o switches puedan tomar decisiones de acuerdo con las condiciones de la infraestructura; por ejemplo, si una aplicación está en un servidor donde la capacidad del procesador está llegando al límite, que pueda tomar la decisión de migrarse a otro servidor con más recursos disponibles”.

Entre los retos que viene para los encargados de la red destaca la selección de aplicaciones, que deben ser consistentes y compatibles entre sí; además, está la correcta elección de sus proveedores que tengan infraestructura adecuada, de acuerdo con la importancia de la información, las aplicaciones y los procesos de negocio; en dichos retos también se deben tener contratos de nivel de servicio para garantizar altos niveles.

“Se incrementará la velocidad y volumen de aplicaciones y datos, a la vez los clientes sarán más ligeros y se volverán más móviles, con lo cual de hace compleja la administración de estos”, finalizó De la Fuente.