Edición Especial

Lenta, la venta de portátiles y servidores OEM

 
La aceptación de PC portátiles y servidores ensamblados de forma local no fue la misma que de las PC de escritorio; los principales factores son el precio, el servicio y las configuraciones que ofrecen los proveedores mundiales.

 


 

La creciente demanda en el país de computadoras de escritorio ensambladas trajo consigo el interés de un gran número de fabricantes de componentes por instalarse en el mercado mexicano, así como la reducción de precio de estos equipos y, por ende, de las ganancias.

La venta de consumibles, periféricos, entrega de servicios y respaldo de garantías fue otra de las iniciativas de este canal para producir mayores utilidades y a su vez apoyar la imagen de estas máquinas.

 

A la fecha existen diversos jugadores que han definido su foco con el ensamble, para armar sistemas a la medida de los usuarios: empresas, gamers, transacciones financieras, punto de venta, experiencia digital y equipos extremos para la edición de imagen, audio y video.

En este sentido, Luis Enríquez, gerente de Ensamble de Arrow Componentes, comentó que el distribuidor primero debe identificar necesidades en el mercado y ofrecer tecnologías adecuadas a los usuarios.

“Existen diferentes plataformas de procesadores que se enfocan en diversas tareas, como la experiencia digital en casa, que es un nicho de oportunidades; de igual manera, en el segmento de servidores”, señaló.

Guerra de mercado

La aceptación de las PC portátiles en el mercado no fue la misma que la de las PC de escritorio. De acuerdo con Carlos Díaz, presidente de la Asociación Nacional Mexicana de Ensambladores de Cómputo (ANMEC), los fabricantes trasnacionales de computadoras portátiles no quieren que se repita el fenómeno de hace 15 años, cuando la caja blanca de escritorio abarcó mucho mercado, por lo cual están realizando estrategias basadas en el precio de los equipos.

 

El directivo supone que en 2007, los equipos portátiles ensamblados tendrían ventas entre 30% y 50% en el mercado; sin embargo, en tiendas de retail se encuentran laptops desde siete mil pesos con IVA incluido, como las de HP o Toshiba.

“Esta agresiva estrategia de precios ha provocado que el ensamble de PC portátiles no sea atractivo para los agremiados”, señaló el entrevistado.

 

 

“Si no hacemos algo, el mercado se inundará de marcas trasnacionales, cuando en realidad queremos vender marcas nacionales, lo cual no es atractivo para nosotros ya que el usuario final percibe mejor la marca transnacional”, reconoció Díaz.

Desde la perspectiva del ensamblador, su margen de ganancia no es atractivo, ya que también es afectado porque los grandes proveedores, por medio del recibo telefónico, descuentan la compra de la computadora.

Por lo que respecta al ensamble de servidores, la venta ha sido buena, “ya que el mercado es muy grande y a su vez chico”, pues a decir de Díaz, más de 90% de las empresas son PyME, que en su mayoría no invierte en esta tecnología debido al alto precio de estos equipos, que ronda los 45 mil pesos, llegando incluso a emplear una PC de escritorio como servidor.

Para revertir esta tendencia se requiere de atractivas promociones, pues en la medida que la demanda crezca, la oferta baja; en el caso de los servidores, tienen un costo de alrededor de 15 mil pesos en sus versiones ensambladas de forma local.

En este sentido, detectar la configuración y ensamble específico para cada cliente es la oportunidad para empujar los servidores.

“La mayoría de los distribuidores a veces pierden de vista que todos los clientes son diferentes y pretenden que una misma configuración se destine a farmacias, laboratorios y a colegios, cuando sabemos que no son las mismas necesidades”, agregó Díaz.

 

 

Oportunidades

Por la baja rentabilidad que tienen los distribuidores al ensamblar un equipo, se han buscado alternativas para mantener a flote este negocio, en el cual los mayoristas han desarrollado estrategias que también reditúan en el mayor desplazamiento de componentes.

Muchos de ellos suministran equipos armados sin procesador, memoria y disco duro, con la finalidad de que el distribuidor los agregue de acuerdo con las necesidades de sus clientes.

 

También ofrecen sistemas totalmente acabados, para que se usen en grandes soluciones de software que requieren de estaciones de trabajo, como en call centers, puntos de venta, gobierno y el sector educativo.

La oferta en portátiles de algunos mayoristas consiste en la venta de equipo sin marca, para que los ensambladores le desarrollen una propia.

“En Centel contamos con varias formas de sistemas, todas están enfocadas para ahorrarles tiempo y dinero a nuestros distribuidores, sin perder la confianza que nos hemos ganado en nuestros sistemas ensamblados. Estos kits ya están probados, lo que evita fallas y tiempo perdido a nuestros clientes”, señala Adrián Cruz, gerente de Producción del mayorista.

En este tema, Arrow ofrece ensambles, configurados y probados, sin error alguno: “Les minimizamos el impacto de no contar con un especialista y ofrecemos capacitación técnica a su personal”, menciona Enríquez.

Lo anterior es más común en computadoras de escritorio, donde la variedad de configuraciones es parte del éxito de este modelo de venta; en el área de portátiles, la oferta es menor, ya que son pocos los modelos de barebones que existen en el mercado.

La integración de nuevas tecnologías a precios competitivos por parte de marcas multinacionales y el precio del software son los factores que evitan que las denominadas whitebooks no den el brinco a la venta de forma masiva.

Es aquí donde el servicio, asesoría y aporte de software que puede dar el distribuidor es la diferencia para obtener mejores márgenes.

En gobierno y corporativos aún no se arriesgan a tener computadoras portátiles que no sean de marca reconocida, la labor está más encaminada a estudiantes y el hogar.

En el tema de servidores, los componentes para su integración están disponibles con los principales mayoristas, pero es un caso similar al proceso de ensamble de las computadoras portátiles: se ofrece un barebone con todo el sistema para que la memoria, el procesador y arreglo de discos lo realice el integrador.

En este caso, es el distribuidor quien debe darle el valor en servicio y respaldo a su servidor, ya que los jugadores trasnacionales disponen de una infraestructura robusta para soportar al usuario.

 

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