¿Periodismo pobre? ¡Pobre periodismo!

La materia que nos ocupa, la comunicación de tecnologías de información y telecomunicaciones, hay muchos casos de pobreza comunicadora. Tantos que basta acudir a cualquiera de las conferencias de prensa que las empresas de la industria y sus agencias de relaciones públicas convocan, para percatarse de que esos que debían compartir conocimiento son simples mueve boletines.

Ahí, plenamente, se aprecia que muchos de los “especialistas en tecnología” saben mucho de cualquier cosa, excepto de tecnología y, sin embargo, la industria los aplaude y los halaga por traer detrás de sí (literalmente), el nombre de un “medio reconocido”.

 

Por otro lado, tenemos a los que a falta de capacidad o conocimiento de las TI buscan llamar la atención con chismes, verdades a medias u omisiones. Así pues, nos reconocen el Laboratorio de Pruebas sobre los hipócritas enmascarados.

 

En una de las recientes andadas, “Milenio Diario” afirmaba que hackers manipulaban averiguaciones previas en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

 

Grave problema no saber discernir entre un hacker y un malicioso usuario autorizado, que manipula averiguaciones o cambia declaraciones. ¿De quién es la culpa, del indio o de quien lo hace compadre?

 

¿Pobre periodismo o periodismo pobre?

Tristemente este caso no es una excepción, porque el problema no se limita a este caso mal investigado, mal definido y peor publicado. Hay otros, desgraciadamente igual de pobres en conocimiento e igual de lastimosos: los de aquellos glamorosos “colegas periodistas de TIC”, que tienen más de veinte años en esta fuente y aún no saben la “O” por lo redondo. Más aún, aquellos que son nuevos y, para colmo, dicen saber de lo que escriben, cuando realmente no tienen la más mínima idea para formular una buena pregunta a la empresa tecnológica que los convoca.

 

Habría que cuestionar seriamente a esas empresas que permiten que la ignorancia sea parte de los medios, adaptando un refrán muy mexicano: la industria de TIC mexicana tiene los periodistas que se merece: mediocres que alaben sus productos y nunca critiquen; ignorantes que puedan ser fácilmente convencidos con un regalito, porque siempre hablan bien de todos.

 

Nuestra oferta: experimentados periodistas hands on que arman y desarman equipos, configuran soluciones, saben y conocen las TIC y el negocio de la distribución desde adentro; comunican y comparten conocimiento.

Es así que usted, amigo lector, podría ver que esta eSemanal tiene la apariencia de ser flaca, pero no pobre. Así nunca parecerá el pobre periodismo de muchos de los otros anémicos medios. Nos vemos en el próximo desayuno…