Hay muchos esfuerzos en pro de la competitividad del país, este es un ejemplo de que la unión de empresarios, autoridades y asociaciones a través de la TI, permiten a México escalar en su nivel de competencia.

Con el objetivo de dar mayor impulso al mensaje de la competitividad a través de las tecnologías de Información (TI), empresas proveedoras, cámaras y asociaciones se han dado a la tarea de responder al llamado por medio de alianzas y desarrollos propios.
De esta forma, dan un mayor auge a la productividad del país, y al mismo tiempo tratan de cambiar la perspectiva que se tiene de México ante el mundo.
Así se dio la generación de diversos clústers ubicados en distintas regiones del país. Ejemplo de ellos es el impulsado por Apti, Consejo de Desarrollo de Tijuana y Consejo de Desarrollo de Mexicali, además de Canieti región noroeste, cuya presidencia está a cargo de Eduardo Valtierra, quien compartió con eSemanal sus expectativas.
¿Porqué esa región?
En la región noroeste, integrada por Baja California, Tijuana y Mexicali, se desarrolló el clúster que resultó para los empresarios de la zona, un paso que debió darse antes por su experiencia en la industria electrónica.
Son más de dos décadas –desde su implantación en Ciudad Juárez–, de la primera ensambladora de televisiones, que luego se fue a Tijuana y ahora cuenta con 250 plantas instaladas de manufactura electrónica.
Esta industria evolucionó de la televisión analógica hacia la digital, por lo que sigue siendo muy fuerte, pues ahora entraron una serie de elementos de software. Agrupa a alrededor de 22,500 personas, por lo que todas las plantas están creciendo (tales como Hitachi, Sony, Sharp).
Y dado que la convergencia ya es un hecho en cualquier área de la industria, el directivo destacó que “ningún estado se puede quedar en la manufactura, tal vez sólo en los productos de mucho valor agregado, en los que tienen ingredientes como firmware y software”.
Clúster de TI
Por sus antecedentes nace otra serie de inquietudes dentro de la industria electrónica de Baja California, una de ellas es el clúster de TI, que se empieza a gestar con mayor fuerza cuando hay un marcado declive de las operaciones de manufactura a raíz de los sucesos del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Fue impulsado por las empresas y apoyado por el Gobierno, puesto que “si no fuera proyecto de ambas partes, no se lograría, así como con la colaboración de todas las organizaciones, cámaras y asociaciones empresariales”, señaló.
Ya con aplicaciones muy maduras, en su mayoría de comercio exterior y logística, éstas comenzaron a ser adaptadas por la industria maquiladora y filiales, por lo cual se creyó en ellos y se les dio toda la confianza.
El esfuerzo de hacer software en BC comienza a crecer, y como parecía ser una moda, se le pidió a Delloite & Touche que realizará un estudio para saber cuáles eran las oportunidades que tenía la región y por ende explotarlas.
“Entre nuestras fortalezas se identificó un mercado: el sur de California y Silicon Valley, aunque nos queda grande aún”. Sus habilidades los avalaban: los pobladores están familiarizados con el mercado americano, hablan inglés, lo cual son valores agregados. Así se delimitó que es una gran oportunidad para la región.
Después del análisis, se le vendió la idea a las autoridades y otros sectores empresariales, que son principalmente manufactureras, bienes raíces e instituciones educativas, (éstas últimas comprendieron muy bien el mensaje).
El año pasado se consolidó el clúster, cuando se inició un primer proceso de fondeo a nivel iniciativa privada, estatal y federal a través del Prosoft, y la mayoría de ellos se dedican a la capacitación y certificación. El programa inició en octubre del año pasado y terminará en junio o julio de este año.
La iniciativa privada aporta 25% de su bolsillo, 27% es del Estado y el resto proviene de Prosoft.
Después consiguieron a un mentor llamado SAIC, ubicado en Estados Unidos, es una empresa multinacional, consultor que ejecuta proyectos a nivel gubernamental y mundial de servicios e implementaciones. “Estamos a punto de concretar la relación para que crezca a largo plazo”.
Un mercado de oportunidades.
Hay varios clústers en el país; pero la mayoría, por su ubicación geográfica, están enfocados en el mercado interno. “No es que BC diga que no a ese mercado, pero por sus características es exportador natural”.
Alrededor de cinco integrantes del clúster, de los 26 que hay, ya exportan sus aplicaciones a través de las filiales de otras empresas en forma directa.
“La meta es incluir a las 63 empresas detectadas de software que hay en la región, pero la invitación está abierta para todas las empresas, de hardware y redes”, dijo.
El clúster es una oportunidad de hacer una prueba en el mercado de Estados Unidos, sin gastar una fortuna en la logística, “y soy reiterativo en el enfoque que estamos dando al área del sur de California, pero si hay alguna empresa de otro estado de nuestro país, podemos hacer una cadena para que no gaste en logística y sea un socio mejor ubicado el que lo represente”.
Los integrantes del clúster planean captar por lo menos el doble de las empresas que tienen, es decir, crecer a 40 o 50 empresas.
Se espera que este año se vean reflejados los esfuerzos de las empresas en sus ventas, al mismo tiempo tener los mecanismos adecuados para penetrar en el gran mercado y “que nos empecemos a ver ya como una unidad, como un clúster.
Es una apuesta de largo plazo, de subir nuestros niveles de competitividad de “nuestro honroso lugar 60; aunque es una cuesta hacia arriba, pero no nos vamos a quedar con los brazos cruzados”.
La meta es que en 10 años esas empresas facturen alrededor de $500 millones de dólares, hoy sólo llegan a $20 millones de dólares, “aunque creo que el plazo es muy grande, porque todos están listos para lograrlo”.
Para finalizar, Valtierra invitó a los lectores a sumarse a este tipo de esfuerzos y oportunidades: “tenemos que acercarnos y adecuarnos a los programas cuando existen, pero si mañana cambian, tenemos que seguir solos y estar preparados”.