La primera renovación laboral del milenio
Integrar a una nueva generación productiva implica una serie de retos y oportunidades para las empresas, por ello deben adecuar sus procesos internos y de desarrollo, así como su oferta tanto en productos como iniciativas de mercadotecnia.
Hablar de la generación del mileno es referirse a las personas que nacieron después de 1980, que actualmente tienen entre 18 y 30 años, los cuales recientemente se integraron al sector productivo del país, en algunos casos están llegando a puestos directivos e incluso creciendo con sus propias empresas. Aunque es un concepto acuñado en gran medida por analistas y consultoras norteamericanas, la globalización bajo la cual crecieron estas personas hace que el fenómeno se replique de manera similar en nuestro país.
Si bien se trata de un cambio de alto impacto, esto no afecta los objetivos primordiales de las empresas que son generar rentabilidad, ser competitivas y crecer dentro del mercado. Esta generación mantiene las mismas expectativas de éxito en relación con sus antecesores, pero puede que la principal diferencia radique en el uso y aprovechamiento de la tecnología, ya que nacieron inmersos en ella; es decir, resulta una herramienta cotidiana en su manera de relacionamiento y en el desarrollo de actividades productivas.
Oscar Gutiérrez, gerente de desarrollo de negocios de redes empresariales en Cisco México, compartió: “Además del uso de herramientas tecnológicas, también tienen una mayor conciencia sobre la sustentabilidad, medio ambiente y responsabilidad social, por lo que uno de los retos para las empresas es mantener una visión de negocio más amplia, modificar su cultura laboral para satisfacer las necesidades de la nueva generación, así como aprovechar el potencial en productividad que representan”.
Así las nuevas herramientas de comunicación resultan fundamentales para realizar las actividades laborales de la también denominada generación ‘Y’, de acuerdo con un estudio realizado por Cisco, en México 43% de los trabajadores emplean un teléfono inteligente como su principal artículo de colaboración, también destaca que dan el mismo valor a un mensaje de texto que a una conversación presencial; esto es un claro ejemplo de la manera en que la cultura laboral se va transformando para estas personas.
Oliver Aguilar, analista senior en Dispositivos Móviles en Latinoamérica para IDC, aseveró: “A las empresas les toma cierto tiempo adecuar sus procesos a las necesidades de los colaboradores de esta generación, en nuestro caso específico, el principal cambio se dio alrededor de las herramientas de colaboración, este es uno de los paradigmas de este tipo de personas ya que siempre buscan estar conectados para realizar actividades personales o productivas, pero es necesario encontrar una mediación en beneficio de la empresa”.
En términos de oportunidades de negocio, los proyectos de comunicación y movilidad son los que tienen mayor demanda, ya que representan un primer paso de los usuarios empresariales para ser más flexibles. Más allá de la tecnología, el canal debe conocer las necesidades puntuales de cada usuario para agregar valor y superar sus expectativas. Por otro lado, la globalización también requiere una colaboración constante con otros países, incluso continentes, por lo que uno de los principales retos es la disponibilidad frente a los cambios de horario.
