Un mundo gadgetizado
Gadget es una palabra que llegó de pronto a nuestro ecosistema lingüístico, fue penetrando en el consciente cada persona, decidiendo instalarse por siempre en la mente de la sociedad contemporánea.
El origen de la palabra es de extraña procedencia y sobre el tema existen versiones encontradas, para algunos el término se debe a la reproducción en miniatura de la estatua de la libertad, esto debido a que la compañía encargada de la fundición se llamaba Gadget Gauthier & Cia, por ello se le atribuye que a un artefacto de moda se le llamase de tal forma en remembranza a dicha empresa.
Sin embargo, si hacemos una búsqueda en la red sobre el nombre de gadgets hay versiones que son un tanto más puristas del término y se remontan a la versión etimológica y fonética, que es proveniente de la palabra francesa gâchette (mecanismo) o de gagée (herramienta).
La avocación popular se generalizó luego del uso en distintos iconos representativos de la época, recordemos al “inspector gadget”, ese detective que utilizaba dispositivos electrónicos que le ayudaban en la resolución de los casos. Del sombrero del curioso personaje vimos salir aparatos como flores que emitían gases, máscaras de oxigeno o cualquier tipo de aditamento que le ayudase a salir de un aprieto. Soluciones de supervivencia, en un pequeño elemento.
En la ciencia ficción se pueden encontrar muchos ejemplos, desde las películas de acción hasta los dibujos animados, recordemos que los supersónicos anticiparon mucho tiempo antes de que estuviese disponible en su versión real la conectividad y movilidad, entre muchas cosas que hoy en día los especialistas en mecatrónica comienzan a desarrollar como el prototipo de robot con funciones domésticas desarrollado por la Universidad Nacional Autónoma de México, a la que han feminizado llamándola Justina, que de hecho tiene una semejanza con Robotina de la serie animada.
Para aquellos que buscan referencias en un campo más intelectual, la noción fue acuñada al mundo teórico gracias al uso que le dio el psicoanalista Jacques Lacan, que sin miedo a no atinar es el máximo representante de la teoría psicoanalítica después de su precursor Sigmund Freud.
La idea no es traer a colación en el presente reportaje dicha teoría, sino destacar la definición que Lacan le dio, para él es un producto derivado de los avances científicos y tecnológicos que se encuentra en el mercado, es un objeto que se crea para ofrecerlos al público como deseos. Las consideraciones y detalles teóricos llegan a un nivel de profundidad psíquico que el psicoanalista desarrolla dentro de su teoría. La idea general es hacer ver cómo desde el mundo mediático hasta el científico llegó a nuestra mente la palabra gadget.
Como la definición de Lacan, los gadgets los crea la industria para satisfacer nuestros deseos y suponen comodidades o ventajas para aquellos que los utilizan, los usos y alcances de transformación social se deben leer como una investigación aparte de la que aquí se desarrolla. Entendemos gadget como un dispositivo o herramienta que no es de primera necesidad, que nos aporta satisfacción y facilita ciertas operaciones, procesos o nos proporciona un nivel de confort, los cuales devienen del desarrollo de la tecnología y la ciencia.
