Cisco México, la carta fuerte en América Latina
Con la llegada de su evento anual, la subsidiaria mexicana se mantiene como un elemento importante para la marca a nivel global.
Y no sólo es la realización de Cisco Live! en tierras aztecas, sino que la oficina en el país tiene un perfecto alineamiento en la estrategia de la firma mundial en cuanto a iniciativas como la colaboración con comunicaciones unificadas (CU), video de negocios, telepresencia, WebEx; es decir, todas las herramientas que sirven para crear una dinámica de productividad en las compañías.
Otra que es fundamental para Cisco se refiere a switching, routing; el área de seguridad también entra en la estrategia, así como los centros de datos (CD) y a estos cuatro pilares se le suman las arquitecturas que los vinculan.
“Estas iniciativas son la respuesta a las dinámicas del mercado que estamos viendo, con temas de movilidad, redes sociales, multiplicidad de dispositivos, el mismo CD y la nube, en la cual, el tráfico y la cantidad de herramientas que se demandan alrededor de ella está creando una transición fundamental en el mercado”, mencionó Rogelio Velasco, director general de Cisco México.
Curva de aprendizaje
Para el entrevistado, todo lo anterior requiere de un proceso de aprendizaje y adaptación, para tal efecto existen los programas de capacitación y certificación hacia el canal, además de esquemas de desarrollo con iniciativas específicas como en centro de datos, con las cuales estimulan a ciertos canales para que puedan desarrollarse en alguna arquitectura o tecnología.
“Nos sumamos estratégicamente en la creación de servicios sobre esas tendencias, en las que también sumamos socios en la construcción de un modelo que está siendo nuevo”, comentó.
Como muestra, señaló que hace seis años el tema de los dispositivos móviles se veía como algo interesante, sin embargo, hoy se ha vuelto un elemento totalmente “disruptivo”, sobre todo por la capacidad de tener video, datos, interacciones en línea a través de aplicaciones de mensajería, por ejemplo; o aplicaciones que residen en la nube de manera regional, lo que provoca dinámicas superiores que forman un nuevo modelo de aprendizaje.
Pero a la par, la marca está consciente que debe existir un balance que tiene dos vertientes: el proceso de certificación dirigido a garantizar que lo que los integradores están ejecutando frente a sus clientes tenga la calidad adecuada y cubra las expectativas.
Por otro lado está la gran responsabilidad de simplificar ese proceso al asociado, que le sea fácil, no tan oneroso y le permita alinear sus elementos de certificación a su visión de negocio, porque no todos necesariamente van a buscar incorporar el portafolio completo de soluciones.
