Capacidad de asombro
Mucho se ha hablado acerca de si el ser humano está perdiendo su capacidad de asombro. Usted, ¿qué opina? Veamos algunos ejemplos.
A unos días de regresar del International Consumer Electronic Show, en Las Vegas, podríamos decir que hubo pocas cosas que realmente fueron sorprendentes. Una de ellas es que la expo ha crecido tanto que ha dejado, por sí sola, de ser impresionante.
Sí, por extraño que parezca, el gigante se ha vuelto tan grande que son pocos los que pueden verlo en su totalidad y es tanta la información que está disponible ahí, que muchos otros han optado por ser selectivos con los booths que visitan y las empresas a las que se acercan, para así aprovechar al máximo los días de la exposición.
¿Le parecería sorprendente ver unos anteojos que en realidad son un monitor portátil para ver videos almacenados en un iPod? ¿Qué tal si esos anteojos estuvieran a la venta en una máquina expendedora de gadgets, como las que venden golosinas sólo que, en vez de dulces, tuviera iPods, cámaras, GPS y otros juguetes muy geeks? ¿Qué le parece la pantalla más grande del mundo o la TV más delgada jamás antes construida?
De la misma forma, una noticia que nos ha sorprendido recientemente es la decisión de un importante miembro del mayoreo de TI de cambiar de rumbo y buscar mejores horizontes con otros modelos de negocio.
Le deseamos suerte y esperamos saber cómo se llenará el hueco que podría dejar, con todo lo que ello implica.
En tanto lo averiguamos, seguiremos disfrutando de nuestra renovada, aunque escasa, capacidad de asombro.
