Editorial

Otra piedrita en el zapato

Minutos antes de escribir esta editorial, hasta la sala de redacción de eSemanal arribaron noticias funestas, información del tipo que propiciaba que cortaran las cabezas de los mensajeros medievales, a quienes identificaban como aves de mal agüero.
La cuestión es que nos advertían de un acuerdo mediante el cual se dotaría de computadoras y acceso a Internet a precios preferenciales, francamente económicos, mediante créditos Fonacot y la participación en el fulfillment de un mayorista. Todo eso ocurriría durante la expo-convención de la Semana Internacional de las Telecomunicaciones por Cable y nos saltó a la vista como una posible amenaza.

 

Ya antes han distorsionado la realidad del mercado otras “ofertas tecnológicas”, a veces desde las tiendas de la telefónica dominante, otras desde entidades bancarias o financieras.

 

El caso, amable lector, es que eso vuelve a ocurrir, esta vez una iniciativa que se antoja loable: llevar la tecnología a más personas de pocos recursos, es el elemento que desvirtúa el asunto.

 

Y es que es muy sencillo: el mayorista que hará el fulfillment vendería directo al usuario final, a precios más bajos que los que podría vender su clientela principal, sus “socios de negocios” (¡no me ayudes, compadre!). Es decir, ustedes amables lectores, si son clientes de este mayorista, podrán hacer cuentas y decir si harían buen negocio vendiendo una computadora totalmente funcional para el usuario final, por sólo 4,000 pesotes.

 

Seguro que no lo podrán hacer, a menos, claro está, que tengan una palancota para “hacer más simple” la logística en la aduana, en el flete, en el licenciamiento o en eso que pomposamente llamamos en dos ocasiones anteriores el fulfillment del negocio.

 

Y no sólo es cuestionable el actuar del mayorista, los demás que intervienen en la jugada hacen de este, nuestro negocio, un asunto financiero que proyecta grandes dudas desde su origen.

 

Pregúntese si hay un subsidio gubernamental, quién lo está pagando y para beneficiar a quién. El plan es favorecer a al menos 10,000 personas con esta oferta, cantidad más que suficiente para obligar a cualquier distribuidor a vender a ese precio o menos sus computadoras de nivel de entrada.

 

Con procesadores azules o verdes usted, amable lector, tiene precios de distribuidor de alrededor de esos $4,000 sin sistema operativo y sin una suite de oficina, aspecto por el que esta oferta es un factor de distorsión de nuestro mercado.

 

El precio de ambas herramientas elevaría el costo a los rangos normales de cualquier otra PC en el mercado y se engañaría al usuario final. ¿Será la fórmula de pagos chiquitos para pagar muchito o dónde está el truco? ¿Por qué Fonacot se prestaría a ello? Esperemos una explicación  de todos los involucrados. Esperen noticias, recuerde que lo leyó con el líder del canal, eSemanal.

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