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La clave del ensamble de calidad a bajo costo

La importación directa de componentes ha permitido a Gryc ofrecer su marca de PC a menor costo y generar mayores márgenes para sus distribuidores, contrario a las supuestas ventajas que brinda la compra con mayoristas establecidos en el país.

El inicio del ahora ensamblador de computadoras de escritorio, Gryc, tuvo lugar en 1986, cuando tres ex empleados de Apple decidieron conformar su propia empresa distribuidora de equipo de cómputo y abastecerse de mayoristas como eran entonces, Dicom, Dinamia y MPS.
Su principal oferta en aquel tiempo, se basaba en la reventa de productos de marcas como IBM, Acer, Microsoft, ATI y todas las comercializadas por los mayoristas con los que sostenía relación; además de proveer soluciones de Apple.
A dos años de haber sido establecida, la compañía sufrió una fuerte crisis económica que propició la disolución de la sociedad, sin embargo uno de los emprendedores decidió continuar el proyecto.
Es así como David González, desde entonces director general de Gryc, enfocó su esfuerzo en ofrecer equipo a las pequeñas oficinas y comunidad estudiantil, sin interesarse en dispositivos de grandes capacidades orientados a corporativos.
Luego de que en 1991 iniciara la apertura del comercio en México, el directivo comenzó a importar productos no distribuidos por los mayoristas, como por ejemplo, un escáner portátil, similar a un ratón, que buscaba cubrir la necesidad de digitalizar documentos a menor costo, pues en aquel periodo esta tecnología era cara.
Un año después, González vislumbra la oportunidad de incursionar en el ensamble de computadoras, dado el auge de este segmento en Estados Unidos y su posibilidad de importar. “Dell, a finales de los 80, surgió de esa ola de ensambladores que comenzaron a integrar componentes”, refirió el ejecutivo.
Su nuevo proyecto iniciaba, cuando el desalentador panorama económico de 1994 puso en riesgo el sostenimiento de la compañía, por segunda ocasión. Sin embargo, el ejecutivo dio seguimiento al proyecto y logró recuperarse.
De lleno al ensamble
Además de la apertura fronteriza, el alto precio de las computadoras de la firma Gama, contemporánea de Lanix y Texa, así como de otros integradores, favoreció la entrada de los equipos Gryc al mercado. Según el entrevistado, Gama manejaba costos 25% superiores a los ofertados por su compañía.
A partir de la importación de componentes de Asia y Estados Unidos, la empresa logra ofrecer precios accesibles, aunque en algunos casos acude a la compra local, pues en situaciones de alza en el costo de ciertos dispositivos, el mayorista nacional no registra el incremento de inmediato.
La compra de monitores CRT es una de las prácticas que la compañía realiza de manera local.
Los componentes importados consisten en discos duros, tarjetas de video, gabinetes, periféricos, tarjetas madre y de video, monitores LCD, por la escasez de estos en el país, entre otras partes.
Respecto a los procesadores, la firma ensambladora sostiene relación con AMD, que le entrega el producto desde la región donde se encuentre disponible, y en el caso de la memoria, Shikatronics la coloca en México.
Lexmark también forma parte de su portafolio para canalizar las necesidades de impresión de sus clientes.
La oferta del ensamblador se compone de cuatro configuraciones que cubren las necesidades del segmento estudiantil o usuarios de aplicaciones básicas, así como del mercado medio que requiere mayor rendimiento y el renglón que integra consumidores de tecnología de gran capacidad, “a quienes no les importa invertir mucho en un buen equipo”.
Los precios de las máquinas oscilan entre $4,000 y $9,500 pesos, aunque gracias al dinamismo del ensamble se pueden presentar configuraciones bajo demanda y precios variados.
El kit de actualización, al igual que la venta individual de componentes de las marcas que integra en sus sistemas, es otra de las propuestas de la empresa.

Servidores para distribuidores
El armado de servidores con procesadores Xeon y Opteron surge a partir de la demanda de los distribuidores de Gryc, quienes pueden colocar estos equipos en el sector empresarial.
Sin embargo, esta no es una oferta prioritaria para el ensamblador, pues aunque busca la oportunidad de negocio en ese nicho, su publicidad está orientada al rubro de consumo y pequeñas oficinas, donde la demanda de servidores es casi nula.
Asimismo, a decir de González, es común que el servidor ensamblado resulte más caro que uno marca Dell, que también configura bajo de demanda, ya que los usuarios solicitan componentes específicos que no permiten el ahorro.
Cobertura por medio de socios
La compañía cuenta cinco sucursales distribuidas en Jalapa, Veracruz, Pachuca y el Distrito Federal a través de las cuales atienden a consumidores finales y al canal conformado por 700 distribuidores, en promedio.
La empresa maneja diferentes escalas de precios en sus esquemas de venta, con el fin de generarles buenos márgenes a los revendedores, a través de quienes desplaza más de 60% del total de ventas.
González expresó su interés por crecer su red de distribución, pues en los dos últimos años han colocado “más de 20,000 equipos con pocos socios”.
Su principal objetivo es sumar al negocio a todo aquel distribuidor que demuestre su dedicación y conocimiento en la industria, además de que acredite conocimientos técnicos, para que pueda ofrecer soporte y asistencia postventa.
Y es que aunque la empresa ofrece garantía completa de sus PC, busca que los distribuidores sean asesores cercanos del cliente final, sobre todo en el interior del país.
En el renglón de usuarios finales, Gryc ofrece apoyo a través del sistema Fonacot, lo cual les permite competir con esquemas de crédito como el ofertado por Telmex.
“Esta iniciativa nos permite llegar a mercados que nunca han tenido computadora y su primer equipo lo compran con financiamiento”.
Negocio rentable
Servicio y volumen son los dos factores que generan negocio a la empresa y sus distribuidores, aunado a la importación de partes que permite presentar una oferta atractiva y competitiva respecto a los precios de La Plaza de la Computación.
“Podemos ganar un poco más porque importamos por contenedor, si comprara en el país no podría competir contra La Plaza de la Computación, que mata a todos. Asimismo, con los volúmenes abaratamos costos y a los distribuidores les resulta más económico que si acuden con mayoristas”, finalizó.

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