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RAM, mercado volátil

Precios inestables, acelerado cambio de tecnología y contraste en la calidad de las diferentes propuestas han caracterizado el mercado de memoria RAM. Algunos de sus jugadores describen el panorama actual.

Este componente –que agiliza y almacena los procesos de una computadora, mientras ésta se encuentra activa, y borra todo una vez apagada la máquina– hace algunos años se encontraba en el mercado con elevada calidad, al tiempo que se comercializaban módulos económicos de bajo nivel y desempeño.


 


Estos últimos eran requeridos por quienes ofertaban PC ensambladas, pues “hace cuatro o cinco años se tenía la idea de que el éxito de la caja blanca era su bajo precio, que implicaba memoria barata”, comentó Óscar Martínez, director de Kingston en México.


 


El directivo consideró que en la actualidad la participación de la memoria de nula calidad se ha reducido, porque el consumidor opta por mejores equipos en el segmento de ensamble.


 


Fernando Catalán, director general de CAT computadoras, ensamblador de Puebla, coincidió con Martínez y atribuyó la situación a la mínima diferencia de precio entre un módulo RAM (Random Acces Memory) de mejor marca y el de inferior calidad. No obstante, aseguró, todavía algunos ensambladores buscan “ahorrarse unos centavos con producto deficiente que generará problemas”.


 


La inestabilidad en el costo de este componente ha sido una constante desde que los ordenadores se utilizan y se integran localmente, por el control que ejercen los pocos fabricantes de chips, pero según Jackie Lin, gerente Comercial en América Latina de Corsair Memory, a pesar de la sensibilidad de este producto, en los últimos años goza de mayor estabilidad. “Disminuyó su precio y se ha mantenido entre 30 y 50 dólares”.


 


En contraste, Álvaro Huerta, coordinador de Compras Internacionales de Centel Intcomex, consideró: “Hoy día se vive gran inestabilidad en los precios; si bien la memoria RAM siempre se ha caracterizado por lo volátil de éstos, en esta época se muestra aún más inconsistente, debido a la transición hacia DDR2 y a que en el segundo trimestre disminuyen las ventas”.


 


Migrar de tecnología


Luego del uso de las SDRAM PC100 y PC133, hasta hace unos años considerados componentes innovadores, a finales de 2000 se presentó DDR-SDRAM (Double Data Rate Synchronous Dynamic Random Access Memory –Memoria de acceso aleatoria dinámica sincrónica de velocidad doble de datos–), pues las primeras no estuvieron al nivel de los microprocesadores cuya velocidad ya se mide en GHz.


 


Desde entonces, el ecosistema de fabricantes de componentes de ordenadores se enfocó en la tecnología DDR aplicada a SDRAM, que soporta dos operaciones por ciclo de reloj, así como en el consecutivo y más veloz DDR2, memoria presentada en 2004, que brinda mayor ancho de banda de datos, menor consumo de energía y mejor desempeño térmico.


 


En México, los fabricantes y su cadena de distribución se concentran en DDR (266 a 400 MHz) y empujan la adopción de la segunda generación de esta tecnología (400 a 800 MHz).


 


“Comienza a crecer DDR de 400 MHz, pues la memoria no es tan cara, aunque los componentes sí”, comentó el directivo de Kingston.


 


Por su parte, el ejecutivo de Centel Intcomex refirió que en la actualidad puede apreciarse la migración hacia memorias DDR2, que se había retrasado por la poca disponibilidad de componentes, como tarjetas madre y software, entre otros.


 


Con este cambio en la dirección de la tecnología y ventas, coincidió Shikatronics, que en voz de David Pérez, responsable de Soporte Técnico y Capacitación, aseguró que DDR2 comienza a introducirse en el país y es requerida por ensambladores “que trabajan con las nuevas tarjetas madre de Intel para integrar equipos con mejor desempeño de gráficos y software para diseño”, así como para renovar servidores.


 


“Servidores y notebooks recientes que ocupan tecnología DDR2 son lo fuerte, pues resulta curioso, pero muchos de los usuarios de esta tecnología son quienes deciden actualizar los servidores que ya integran esta memoria”, dijo Pérez.


 


Añadió que esa práctica es benéfica para la marca y el canal, porque las especificaciones de la segunda generación de DDR son más estrictas, lo que demanda personal capacitado que se traduce en mayor ganancia, “además de que tienes mayor margen en servidores”.

No obstante, Pérez consideró que el mayor crecimiento, hasta ahora, se concentra en DDR, que ha ido reemplazando la venta de la memoria SDRAM, aunque esta última “continúa a la venta para usuarios con poco poder adquisitivo, que actualizan su PC, en lugar de comprar una nueva”.


 


A decir del director de CAT Computadoras, en Puebla los módulos más requeridos son DDR de 128 y 256 MB, “de 512 MB es más raro”. De igual modo, la segunda generación de DDR es menos demandada en esa región, pues “se utilizan con una tarjeta madre high end”.


 


Josué Rosales, director general de Libra Sistemas, integrador que presenta su marca de PC de escritorio y portátiles en Guadalajara, por el contrario, señaló que en aquella plaza la adopción de DDR se ha reducido y DDR2 crece, debido a que los precios de ambas tecnologías comienzan a ser similares.


 


Módulos DDR de 266 y 333 Mhz son elegidos por los integradores por el costo, refirió el representante de Kingston en México, y resaltó la economía y cultura como factores esenciales en el comportamiento de todo mercado.


 


Mientras tanto, en Estados Unidos ya se oye hablar de DDR3, que supera 1 GHz de velocidad. Aunque en México aún no se considera la entrada de esta tecnología, el desfase de seis meses a un año permite calcular el tiempo de su llegada.


 


Por ahora, la última tecnología anunciada son los módulos de memoria Fully Buffered DIMM (FB-DIMM) de Kingston para estaciones de trabajo y servidores. Esta arquitectura admite hasta seis canales de memoria, cada uno de los cuales soporta hasta ocho módulos de memoria duales y permiten que dos canales lean y escriban de forma simultánea.


 


“FB-DIMM aumenta la capacidad de la memoria del servidor de 8 GB a 192 GB a una velocidad basada en una configuración de módulos de 4GB, lo cual se traduce en un aumento de 24 veces”, comentó J.K. Tsai, director de tecnología en Kingston.


 


Pieza clave en el negocio


Pese al auge de dispositivos de almacenamiento flash, es la memoria RAM el mayor negocio de fabricantes, mayoristas y su canal OEM.


En el caso de CVA, mayorista regional, RAM representa 70% de sus ventas y memoria flash, 30%. De acuerdo con Fernando Miranda, director general de la firma, del total del negocio de módulos RAM, 50% se destina a desktop, 30% a servidores y 20% para laptop. “Es un incremento notable, pues anteriormente 95% se concentraba en PC de escritorio y 5% en servidores”.


 


Respecto de esta segmentación, Kingston considera que la desktop, aunque se mantiene al frente con 50%, va decreciendo, para dar lugar a la notebook con 40% y los servidores con 10%.


 


Según Martínez, estos dos últimos productos ganan terreno y representan más a los distribuidores, porque los clientes requieren con mayor frecuencia escalarlos con memorias de mayor poder. “La capacidad promedio que se vende en servidores es de 2 GB y en notebooks, al estar limitadas en sockets, la gente decide irse por la más grande”.


 


El directivo de CVA refirió la buena rentabilidad de las memorias y la creciente demanda de estos componentes para servidores, “proporcional a la cantidad de información que diariamente una empresa genera y requiere almacenar y proteger. A esto debemos sumar que se reconoce el rol específico de un servidor y se dejan de vender PC potentes para cubrir esa función”.


 


Acerca de los módulos de memoria RAM genéricos y propietarios, los primeros tienen mayor participación, ya que los ensambladores los eligen por costo. “Es 30% más cara la propietaria”, mencionó el directivo de Kingston.


 


De ahí que algunos fabricantes se guíen por este comportamiento del mercado y den mayor peso a su propuesta de memoria económica; un ejemplo: Corsair, marca de memoria enfocada en la categoría de alto desempeño que hace tres años presentó su línea de menor precio: serie Value Select, que hoy representa 60% de sus ventas.


 


Para Kingston, la memoria genérica representa 40% y la propietaria se ubica en 30%, lo mismo que los dispositivos flash. No obstante, Martínez reitera que un dispositivo propietario ofrece mayor velocidad y resalta que muchos distribuidores abusan del uso de módulos genéricos y los colocan mal.


 


Amenazas


Una de las principales desventajas de este negocio, referida por los entrevistados, es la inestabilidad de precio, política que además de estar sujeta a la oferta-demanda, depende de las decisiones de los fabricantes de chips.


 


“A partir del boom de la memoria flash, los fabricantes de chips ajustaron su línea de producción, por lo que hubo escasez de productos RAM y se afectaron los precios”, explicó Martínez.


 


De igual manera, lo dinámico de la tecnología fue señalado como desventaja, porque los integradores y clientes desconocen lo nuevo y, con ello, la memoria más adecuada para determinado equipo. Esto también afecta al mercado latinoamericano, ya que los módulos son obsoletos al poco tiempo; sin embargo, los usuarios de esta región conservan una PC hasta por 10 años y no consiguen memoria para actualizar su equipo.


 


La entrada de diversas marcas de memoria RAM de dudosa calidad es otro riesgo, calificado por los entrevistados de mayor gravedad, por dañar los precios del mercado y no entregar garantías. Lo mismo en el caso del mercado ilegal.


 


“Existen memorias en lotes de mercado gris, que son lentas y las reprograman a rápidas, por lo que el chip no está diseñado para soportar esa velocidad, se fuerza y calienta. Se venden por el supuesto de su alta velocidad a menor precio”, comentó Pérez.

Para elegir una RAM


Además de la compatibilidad con el procesador, tarjeta madre y de video, que los integradores pueden verificar a través de los diferentes configuradores que presentan los sitios web de varios fabricantes, la garantía es el siguiente factor a considerar para seleccionar un módulo de memoria, según los entrevistados.


 


“La compatibilidad es muy importante, pues quien no la toma en cuenta genera un problema que llega al usuario final y daña la imagen de su propio negocio y del mercado de ensamble; lo mismo se genera con la garantía”, expresó Miranda.


 


Aunado a ello, el ensamblador debe conocer el uso al que se destinará el equipo para recomendar y seleccionar la capacidad de memoria más adecuada, pues de esto depende el uso de aplicaciones simultáneas y la agilidad o lentitud con que se procesan.


 


La estática es uno de lo principales enemigos del componente, al igual que la temperatura, por lo que el integrador debe ponderar las precauciones: no tener contacto con metales, piel, ropa, etcétera, y colocarse una pulsera que elimine esta energía.


 


En el momento del ensamble, se recomienda no tocar los contactos de la placa (peine) y tener presente el número de ranuras de la placa, al momento de su compra, pues “varios integradores insertan una placa con más ranuras en un equipo de una, por descuido, y se quema”, expuso el representante de Shikatronics.


 


Por último, el directivo de CAT Computadoras, sugirió a los ensambladores tomar en cuenta la velocidad y el tiempo de reacción a la lectura, “que tienen que ser compatibles con la velocidad del bus. Nos damos cuenta que algunas memorias no son compatibles con la velocidad del bus”.


 


La Memoria de Acceso Aleatorio (RAM, por sus siglas en inglés) está basada en semiconductores y puede ser leída y escrita por el procesador u otras terminales de hardware. Su capacidad se establece en Megabytes (Mb).


 


Almacena datos temporales y los programas que ha de ejecutar el ordenador, por lo que determina el tamaño y número de éstos que pueden procesarse simultáneamente.


El conjunto de conectores de la memoria se denominan módulos, que se dividen en:


SIMM (Single In-line Memory Module): placa de circuito impreso con varios chips de memoria integrados. Se fabrican con diferentes velocidades de acceso capacidades (4, 8, 16, 32, 64 Mb) y son de 30 ó 72 contactos. Generalmente se montan por pares.


DIMM: son más largos, cuentan con 168 contactos y llevan dos cortes para facilitar su correcta colocación. Pueden montarse de uno en uno.


 


Algunos tipos de esta memoria:


–DRAM (Dinamic-RAM): usada hasta la época de los 386, con velocidad de 80 o 70 nanosegundos (ns) y formato DIMM o SIMM de 30 contactos. Es la más lenta.


–Fast Page (FPM o DRAM): Poco más rápida que la anterior (70 ó 60 ns). Utilizada hasta los primeros Pentium. Se presenta en formato SIMM de 30 ó 72 contactos.


–EDO-RAM (Extended Data Output-RAM): permite comenzar a introducir nuevos datos mientras los anteriores están saliendo (70, 60 ó 50 ns), lo que la hace algo más rápida (5% más que la FPM). Se instala en SIMM de 72 contactos, aunque también hay en DIMM de 168.


–SDRAM (Sincronic-RAM): utilizada en Pentium II de menos de 350 MHz y en Celeron, funciona en sincronía con la velocidad de la placa (de 50 a 66 MHz), para lo que debe ser muy veloz (de 25 a 10 ns) y se presenta en forma de DIMM de 168 contactos.


–PC100 (SDRAM de 100 MHz): memoria SDRAM que funciona a 100 MHz, utilizada en AMD K6-2, Pentium II a 350 MHz y micros más actuales.


–PC133: o SDRAM de 133 MHz.


–DDR-SDRAM (DDR): soporta dos operaciones por ciclo de reloj. Los módulos de esta memoria son de igual tamaño que los DIMM de SDRAM, pero con más conectores: 184 pines en lugar de 168 de la SDRAM normal y sólo tiene una ranura, a diferencia de las dos que se encuentran en los DIMM clásicos.


 


Líos de memoria


 


Rambus Inc., empresa que inventó la memoria Rambus Direct DRAM (RDRAM), sostuvo que partes fundamentales del diseño de las memorias SDRAM y DDR-SDRAM son propiedad intelectual suya, por lo que pretendió cobrar regalías por el uso de estos componentes, que serían más caras que las asignadas para su dispositivo RDRAM, para impulsar la venta de este último.


 


Muchos fabricantes no están de acuerdo, por considerar que tales memorias son estándares abiertos elaborados con la participación de varias empresas de JEDEC (Joint Electronic Devices Engineering Council), organismo responsable de las normas de la industria de las PC, entre las que se encuentra Rambus.

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