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Kingston y su convicción por el servicio

La estrategia del principal fabricante de módulos de memoria consiste en responder a las necesidades de la industria en un marco de innovación tecnológica y servicio humano que se traduce en calidad y disponibilidad de sus productos.

Fountain Valley, California.- El desempeño de un equipo de cómputo consta de varios componentes que en conjunto pueden hacer grato o desgastante su uso. En el terreno de la memoria son pocas las compañías que tienen una marcada presencia en el mercado y hacen la vida más sencilla a los usuarios de PC.
Este es el caso de Kingston Technologies, que se ha preocupado por mantener estándares de calidad y disponibilidad de productos, protección de precios y actualizaciones tecnológicas.
Para lograr la aceptación del mercado de fabricantes de equipo original (OEM, por sus siglas en inglés) y de los ensambladores de cajas blancas en todo el mundo, Kingston ha implantado rigurosos esquemas de producción y comercialización, combinándolos con la convivencia humana.
Actualmente, el fabricante ofrece productos de memoria estándar con la marca ValueRAM y está dirigida al mercado de ensambladores, distribuidores y ventas al menudeo.
Otros ingresos de Kingston provienen de la venta de módulos a fabricantes OEM, y recientemente, de productos de memoria a flash con su línea Digital Media, que incluye dispositivos de almacenamiento en formato USB, Compact Flash, Secure Digital, Multimedia Card, Smart Media, entre otros.
En sus oficinas corporativas, John To, director general de Kingston, habló de los inicios de la compañía, el papel que juega en la industria de cómputo y su esquema de negocio, en el que incluye al canal tradicional y fabricantes OEM.
Negocio derivado de un accidente
En 1987 John To y David Sun se encontraban al borde de la quiebra financiera debido a la caída de la bolsa en Estados Unidos. Ambos decidieron buscar un sector en donde volvieran a tener estabilidad. “Si no hubiera caído la bolsa, Kingston no tendría vida hoy”, señaló el directivo.
“Salíamos de casa como todos los días, sin que nuestras esposas supieran que no teníamos dinero, y buscábamos un negocio del cual vivir”, recuerda To.
Después de estudiar varias opciones, To y Sun se dieron cuenta de que en el mercado de las computadoras Apple existía una escasez de módulos de memoria; se trataba de un componente sencillo y la escasez radicaba en DRAM.
Por ello, los directivos propusieron sustituir el componente con otras piezas cuya funcionalidad y capacidad fuera igual, pero con dimensiones físicas diferentes.
Al momento de la comercialización, To y Sun no contaban con el capital necesario para su producción, por lo que intercambiaron el diseño de su módulo con una empresa que necesitaba el producto y estaba en condiciones de producirlo.
A cambio recibirían algunos componentes, los cuales eran vendidos con distribuidores que necesitaban actualizar sus equipos: “Los distribuidores daban con nosotros de boca en boca”, detalló To.
Cuando se llegó a hablar del nombre de la compañía, los emprendedores la bautizaron como Kensington, sin embargo, ya existía una empresa con el mismo nombre: “Nos daba cierto aire de realeza, por ello buscamos otro nombre que empezara con K”, recordó To.
En aquel tiempo, el actual CEO del fabricante y aficionado a la música (quien ejecuta la batería en una banda que ofrece conciertos de beneficencia) optó por nombrarlo Kingston, derivado de un grupo musical con nombre similar.
Conforme la compañía crecía, comenzó a desarrollar productos de memoria para computadoras personales, incluyendo el diseño de módulos propietarios como IBM y Compaq.
Hoy día el fabricante ofrece productos de memoria estándar, la cual es identificada con la marca ValueRAM y está dirigida al mercado de ensambladores, distribuidores y ventas al menudeo.
Otros ingresos de Kingston provienen de la venta de módulos a fabricantes OEM, y últimamente ha integrado productos de memoria a flash con su línea Digital Media, que incluye dispositivos de almacenamiento en formato USB, Compact Flash, Secure Digital, Multimedia Card, Smart Media, entre otros.
Finanzas sanas, buenos productos
El director general comentó que desde que comenzaron sus operaciones decidieron hacer sus transacciones en efectivo, lo cual les permitía comprar componentes de primera calidad y asegurar la disponibilidad de sus productos.
“La compañía creció trimestralmente y no estábamos muy seguros de lo que iba a pasar a largo plazo, porque cualquier decisión que se tomara iba a tener impacto en la gente que trabaja en Kingston”, recuerda To.
Agregó que hasta la fecha son cautelosos con sus decisiones para que no impacten de manera negativa en el personal de la empresa. “Ejemplo de ello es que no pedimos dinero prestado, porque una vez que uno se endeuda surge la incertidumbre de las depresiones económicas; nunca vamos a ir más allá de nuestras capacidades, por lo cual todo se hace en efectivo”, detalló el directivo.
Comentó que sus proveedores les han ofrecido plazos de 30 y 60 días para pagar, sugerencias que son rechazadas porque prefieren hacerlo de contado.
El canal es pieza medular
En torno a la importancia que tiene América Latina para el fabricante, el directivo explicó que en la región se observa un crecimiento de las PC de marca y los ensambladores de varios niveles.
Agregó que su potencial de crecimiento en el continente no se detiene: “La caja blanca cobra mayor relevancia y por eso vemos que América Latina, en los próximos años, estará al mismo nivel de ingresos que otras regiones del mundo”.
En su labor con los distribuidores, To detalló que trabajan de manera cercana con Intel en términos de las nuevas tecnologías que lanzarán al mercado y especificó: “Para Intel es muy importante que Kingston esté dispuesto a introducir nuevos elementos al mercado; estaremos ahí para brindar apoyo a los canales, así como a los ensambladores de computadoras portátiles”.
El directivo explicó que al trabajar con los canales se enteran de las formas más eficientes para brindar mejores servicios, “porque es la forma más correcta de acercarse al mercado”; continuó al mencionar que “Kingston es una compañía que entiende el valor correcto y es flexible, se preocupa por las necesidades de sus distribuidores para establecer infraestructura y brindar apoyo”.
A pesar de su crecimiento en la región, el directivo descartó la puesta en marcha de alguna planta de producción en América Latina: “No es que sea menos importante, pero China creció más rápido y había que atenderlo al mismo ritmo”.
To agregó que Kingston está en el mercado para llenar las necesidades de las compañías con productos flexibles y servicios: “La memoria es uno de los componentes más importantes y mejor vendida”, detalló.
En torno a la protección de precios de los módulos de memoria, el directivo destacó que en las últimas tres semanas el precio subió de manera consecuente, y la razón que adujo a dicha tendencia es la transición de DDR1 a DDR2. Cabe señalar que este último módulo estará a la venta en el segundo semestre del presente año.
Respecto a este tema, la estrategia de Kingston es que cuando exista volatilidad en el mercado y surja el problema con los precios, la compañía dispondrá de producto para estabilizar dicha inestabilidad. “Al menos tenemos el producto: lo vemos como una relación a largo plazo, pues nos aseguramos que los clientes tengan el componente para que pueda dar su servicio”, expresó el entrevistado.
Reiteró que Kingston no es una compañía que establece estándares, porque trabaja con la tendencia que rige la industria y la apoya. En este sentido, agregó que Flash será un producto altamente comercial.
Acorde a este planteamiento, Carolina Maldonado; directora de Ventas para América Latina, dijo que no pueden ignorar el mercado de los ensambladores debido al crecimiento de las cajas blancas que se ha mostrado en México.
Por otro lado, Deano Schroeder, director de Relaciones Estratégicas y Desarrollo de Negocios de Kingston, comentó que la poca información entre los usuarios ha ocasionado la débil demanda de actualizaciones de memoria.
El ejecutivo detalló que 48% de sus embarques en general son realizados a Asia, mientras 3% va para América; la razón de ello es que en la región oriental se encuentran las plantas de los principales fabricantes OEM de equipo de cómputo.
Kingston lo hace en dos semanas
El fabricante tiene fábricas de módulos de memoria en Malasia, China, California y Taiwán. La planta de California tiene una línea de ensamble que entrega los productos terminados en dos semanas, mientras que otro tipo de fabricantes lo hace en más tiempo.
Otro atributo es una fábrica que cuenta con la certificación ISO 9000, ya que está por lograr un reconocimiento ecológico en sus procesos de producción y tiene una línea de prueba de 400 módulos por hora, con lo cual asegura la calidad de sus productos para PC, servidores y dispositivos digitales como cámaras y PDA.
En este mismo lugar, Kingston dispone de un centro de atención a los usuarios que es soportado por otro centro en Inglaterra cuando cierra; de esta manera ofrece soporte vía telefónica las 24 horas.
Otra planta situada en California es Payton, que fue una adquisición a Toshiba y se enfoca al empaquetamiento de chips de memoria, los cuales son adquiridos en wafers a proveedores como Samsung y Elpida, y son cortados y empaquetados para la inserción en los módulos de memoria.
Kingston en México
La compañía cuenta con tres personas para atender de forma local y personalizada a sus clientes y asociados en el país: Óscar Martínez, gerente de territorio, cuya función es estar en contacto con los principales mayoristas y distribuidores de Value RAM y Digital Media; Efrén Olguín se enfoca a las cuentas corporativas y empresas que requieran memorias en sistemas robustos, como servidores de aplicaciones; Luis Pérez, quien se dedica a la organización del servicio de call center y soporte técnico.

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