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Mejores prácticas para el sector manufactura: trazabilidad

Por: Jorge Arce

Entre las mejores prácticas de la industria, sin duda, existe una que tiene gran fuerza y ventaja,  se trata de la trazabilidad. De acuerdo con el Comité de Seguridad Alimentaria: “El concepto de trazabilidad se compone de una serie de procedimientos prestablecidos y autosuficientes que permiten registrar y conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote de productos a lo largo de la cadena de suministros a través de herramientas determinadas».

Esta práctica consiste en asociar sistemáticamente un flujo de información a un flujo físico de mercancías, de tal manera, que se pueda rencontrar la información requerida relativa a los lotes o grupos de productos específicos. Para lograr esto, la trazabilidad se base en los siguientes principios:

Identificación Única: Será la llave que permitirá acceder a todos los datos disponibles acerca de la historia del producto, aplicación o ubicación

Captura y registro de datos: Se requiere una serie de datos predefinidos para ser capturados y registrados a través de la cadena de abastecimiento. La exactitud y velocidad de la captura, su registro y recuperación, es uno de los principales indicadores del rendimiento de cualquier sistema de trazabilidad

Manejo de links: La trazabilidad requiere del manejo de links sucesivos entre los artículos / productos / lotes que son recibidos, producidos, empacados, almacenados y despachados mediante de toda la cadena de producción.  Si este proceso llegara a fallar se rompería la «cadena de información», con la consecuente pérdida de trazabilidad de los productos

La trazabilidad de un producto debe dividirse en dos partes:

Trazabilidad interna que es la obtención del rastro la traza que va dejando un producto por todos los procesos internos de una compañía, tales como, manipulación, composición, maquinaria, turno, temperatura, lote, etc., es decir, todos los indicios que pueden hacer variar el producto para el consumo final.

Trazabilidad externa como aquél proceso que añade datos a la traza interna, como lo puede ser rotura del embalaje, un cambio en la cadena de temperatura, es decir, aquellos que representan un impacto en la mercancía fuera de la fábrica.

Parte fundamental del proceso de trazabilidad es la codificación y decodificación de información. La correcta identificación del producto en cada uno de las etapas de la cadena productiva es tan importante como los programas y aplicaciones utilizados para la gestión de la información. Para la identificación existen diferentes métodos que permiten describir la ruta por la que ha pasado el producto y sus características actuales, así como el porcentaje de trabajo realizado sobre él antes de su salida (ya sea al mercado, a otro proceso dentro de la misma empresa).

A grandes rasgos, los principales beneficios de la trazabilidad son:

• Disponibilidad de la información de manera rápida y segura

• Mejoramiento de los tiempos de despacho y recepción

• Reducción de costos logísticos por rechazo de la mercancía

• Posicionamiento de la compañía frente a la competencia (mayor nivel de satisfacción y confianza de clientes)

• Mejor control del rendimiento de insumos y materias primas

• Reducción de controles manuales en puerto

 

 

Los retos de la trazabilidad

Los particulares requerimientos de precisión y de seguridad en varias industrias, requieren de dispositivos tecnológicos fáciles de usar, ergonómicos, intuitivos y con características adecuadas para el ámbito en el que son utilizados: resistentes a los desinfectantes y con capacidad de adaptarse a las señales de otros equipos para no interferir en la trasmisión de información. Asimismo, dado que la trazabilidad no es un proyecto individual de una sola empresa, sino que relaciona varias empresas a lo largo de la cadena de suministros, los estándares deben ser conocidos internacionalmente, sólo así el sistema de transmisión electrónica de datos facilitará la misión.

 

Por otra parte, la creciente competencia y el ritmo de las operaciones de manufactura implican un gran reto. Hoy día, los equipos de marcaje y decodificación deben adaptarse a producciones de gran volumen y de 24 horas, así como a entornos cada vez más automatizados. La intervención del factor humano es relevante, de ahí que la tecnología debe ser de uso fácil para los operadores. La eficiencia de las herramientas tecnológicas debe traducirse en reducción de mantenimiento y disminución en consumibles y refacciones. Tras describir estos retos, podemos concluir que una estrategia de trazabilidad soportada por herramientas tecnológicas adecuadas, confiables y robustas, así como asesoría y un soporte técnico óptimo permitirá un correcto flujo de información y una gestión adecuada para toma de decisiones sobre cualquiera de los procesos de la cadena de suministro.

 

*El autor es gerente de Cuentas para la Zonas centro y sur de Motorola Solutions México

 

 

 

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