“La tecnología LTE, a diferencia de sus sucesoras, crece alrededor del servicio de datos puramente y no es posible ofrecer el servicio de voz como lo conocemos ahora. Como para la mayoría de los operadores la voz sigue siendo el negocio principal, van a coexistir. También se considera en el futuro la adopción de voz sobre redes LTE mediante voz sobre IP”, abundó Rodríguez.
A la par, y a decir de Roberto Reyes, director de Ventas para Redes de Cuarta Generación en Motorola, otro estándar en esta generación es 802.16, conocido como WiMAX y regulado por la IEEE.
“En México ya tenemos una red como esta última con Axtel, vamos para el segundo año de operación comercial y es una de las más grandes en el mundo, con una red de usuarios de 300 mil a nivel nacional y con miras a medio millón para finales del 2012”, dijo.
Demanda
En México, y a pesar de que algunos proveedores comenzaron antes que otros a cambiar de generaciones, las tecnologías 3G y 3.5G son los estándares utilizados actualmente en el país.
Algunos países y economías ya se están moviendo hacia LTE, en especial los que tienen alta penetración de banda ancha.
La cuarta generación se espera como la tecnología que impulse el uso del Internet, sobre todo porque la gente está cada vez más acostumbrada a tener datos en una terminal, además de la creciente demanda de voz.
Según Rodríguez, esto ha representado menores ingresos para los operadores, pues los paquetes de voz no crecen de la misma manera.
“Ahora es muy común que la gente tenga datos en la terminal y el usuario demanda más este servicio porque los mismos fabricantes han hecho dispositivos más accesibles para ello”, señaló el vocero de Huawei.
No obstante, la sola demanda no representa un cambio tecnológico per se; pasar a LTE y dejar atrás las otras tecnologías depende del tipo de usuario.
Por ejemplo, los de tipo corporativo, que tienen un intercambio de información intensivo, deben estar conectados a sistemas seguros, tienen requerimientos de seguridad que normalmente 3.5G no lo ofrece por sí mismo, comúnmente hay una infraestructura de seguridad, de autorización y encripción provenientes de las TI.
En aspectos residenciales es diferente porque aquí las actividades de esos usuarios están enfocadas al entretenimiento, a la comunicación interactiva, y la necesidad no es tan crítica.
Sin embargo, la demanda en el uso de la banda ancha en los dispositivos móviles va en constante aumento, a pesar de una posible saturación.
Para la consultora Everis, México es el país que presenta la menor penetración de telefonía móvil, con 803 teléfonos por cada mil habitantes, logrando un incremento interanual de 8.9%, siendo la cifra más baja en Latinoamérica.
No obstante, la explosión en el uso de los dispositivos inteligentes, que permiten acceder a la información de las empresas en cualquier lugar, lo coloca en un punto relevante para la productividad, “incluso hoy se tiene más poder de procesamiento en la bolsa de lo que tenían las computadoras hace 10 años”, abundó Reyes.
Esto sin contar la llegada de productos como las tablets, que darán un impulso en la utilización de la red en los próximos dos años.
Por ello, el reto para la industria es ofrecer acceso de manera confiable, expedita y en el momento y lugar donde se requiera.
