“Luego vino la evolución de esas tecnologías con 3G CDMA-1X (WCDMA) y UMTS, de la misma familia de GSM, donde el objetivo era hacer las redes más rápidas y eficientes, aunque cabe recordar que el origen de las primeras generaciones era para servicio de voz y sobre esto se hacían adaptaciones para ofrecer servicios de datos”, señaló Juan Manuel Rodríguez, gerente de Mercadotecnia para Productos Inalámbricos de Huawei.
Esto cambió con la llegada de 2.5G, estándar intermedio que comenzó a permitir la transmisión de datos, siendo un paso evolutivo en la parte de datos, conocida como Egde.
En 3G se tienen mejoras en cuestión de codificadores en voz, aunque lo más importante está en la cuestión de datos con HSDPA o HSPA (High Speed Packet Access), los primeros pasos de banda ancha inalámbrica.
La 3.5G (HSPA Plus) es una mejora sobre el mismo estándar que permite alcanzar velocidades de hasta 14Mb.
“Normalmente, el mercado suele utilizar las velocidades más altas como puntos de comparación y una red 3G podía manejar hasta 3.5 Mbps, aunque realmente se tenía una tasa de alrededor de 350-500 Kbps, por la conexión de varios usuarios al mismo tiempo”, compartió Ángel Alvarado, director de Tecnologías Inalámbricas México, Centroamérica y el Caribe de Alcatel Lucent.
Es cuando aparece en el panorama LTE, conocido como 4G, con una velocidad más alta en la transmisión e incluso se podría considerar que ya puede competir contra DSL sin ningún problema.
Según Rodríguez, con 4G se puede llegar hasta los 60 Mb, aunque hay que tomar en cuenta que estas cantidades se refieren a una transmisión que puede alcanzar un solo usuario, con más, el espectro se va ocupando y las velocidades bajando.
“Ofrece realmente hasta 8 Mb, dependiendo de la gente que está conectada y aún así llega a ser mejor que la conexión de casa”, comentó.
Cabe resaltar que 2G y 3G están basados en técnicas de conmutación de circuito para voz, mientras que LTE propone la técnica de conmutación por paquetes IP.
