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El mundo entre redes… sociales


• La ventajas de conectarse con cualquiera y en donde sea
• La seguridad es un tema que no está generalizado

A principios de esta década comenzó la revolución de este tipo de comunicación, llegando hasta el día de hoy a formar parte inherente de la vida cotidiana.

A la par de la intención de enlazar personas afines en el ámbito personal o profesional, esta tendencia ha suscitado una forma de hacer negocio para muchas compañías, realizando fusiones, compras e incluso alianzas para sacar el mayor provecho posible.

Al servicio de la comunidad
La navegación por Internet actualmente la pueden conformar tres mundos: los nativos (que ya nacieron con la tecnología en marcha), los que aprendieron a utilizarla y los que no la usan, quienes comúnmente son personas adultas mayores.

Según datos proporcionados por Efraín Olguín, gerente de Cuentas y Ventas de D-Link, 63% de la gente que navega está en los rangos de edad de entre 12 a 19 años; es decir, la gente joven es la principal cibernauta.

Esta cifra da una idea clara del público objetivo que muchas empresas pelea con sus productos y la relación directa o indirecta que mantienen con estos sitios.

“Es mucha la conexión a redes sociales, chatear e intercambiar fotografías; mandar y recibir de manera rápida genera necesidades de dispositivos que permitan compartir en una red social de manera inmediata”, abundó Olguín.

Son varios los espacios de la vida profesional donde las redes sociales han encontrado eco para su desarrollo, resultando en un beneficio para las mismas empresas por la inmediatez de la información.

Y también favorece al usuario, ya que fomenta la participación y el trabajo colaborativo entre las personas; es decir, permite a los usuarios participar en un proyecto de forma on line desde cualquier lugar.

A sectores como el académico, le permite intercambiar puntos de vista con otras entidades, divulgar conocimiento de manera sencilla y facilitar el aprendizaje integral fuera del aula.

La relación de espacio-tiempo en las redes sociales se deja de lado y se abre paso a la comunicación global sin importar el lugar en el que se encuentran dos personas que sé relacionan en este medio.

El otro lado de la moneda
Por desgracia, y debido a las mismas ventajas antes señaladas, es un medio ideal para realizar actos deshonestos, malas prácticas e incluso delitos de diversas índoles.

Por ejemplo, Ricardo Arguello, gerente general de Enterasys México, compartió que el crecimiento de usuarios conectados a estas aplicaciones se ha vuelto una gran preocupación para las empresas, porque la gente que está conectada la mayoría del tiempo con los amigos, podría estar desperdiciando un periodo que debe estar dedicado a trabajar en actividades laborales.

“Si analizamos cuánto chatea una persona con alguien no relacionado al trabajo, podría haber números donde su desempeño tiene un impacto muy grande y si lo multiplicas por la cantidad de usuarios, las compañías podrían convertirse en hot spots gigantescos”, mencionó.

Y de esto nadie está exento, así sean grandes industrias o simplemente una pequeña y mediana empresa.

Dentro del hogar existen peligros, si se toman en cuenta los números antes señalados por Olguín, donde el grueso de cibernautas son jóvenes menores de 20 años, quienes son más vulnerables de engañaos y para extraer información personal con fines delictivos.

Hay tres grupos generales de amenazas en las redes sociales:
• Perfiles falsos: Usuarios malintencionados suelen crear perfiles con identidades falsas (o de otras personas o empresas), utilizando incluso datos reales o manipulados para chantajear a terceros.
• Robo de información: La confianza de los navegantes lleva a compartir información privada o sensible en Internet (nombres, direcciones, teléfonos, tarjetas de crédito, fotografías privadas, información de menores, etcétera).
• Propagación de malware: Personas que utilizan la ingeniería social para que se descarguen programas maliciosos que se instalan automáticamente en el equipo y para sustraer información personal.

espsoc1Más vale prevenir

Las medidas de precaución para evitar lo anterior incluyen las aplicaciones en las empresas, por ejemplo, cuando el usuario ingrese a un equipo, la red este protegida para que sólo use determinadas funciones y programas en ella.

Según Arguello, existen soluciones en la parte perimetral y las hay muy eficientes, para que se proteja cuando se ingresa a Internet.

Pero, ¿qué pasa dentro de la empresa, con la gente que está intercambiando información porque ponen su propia red con Windows?
“Día a día es más común que la gente conozca más sobre redes o protocolos, así que la seguridad hay que tomarla en cuenta desde la red misma, dándole al administrador de ésta, la visibilidad de lo que hay en su red para que el pueda controlarlo”, dijo el entrevistado.

Lo que es indispensable es que por más que el hardware, software o las aplicaciones tengan filtros de seguridad, el factor humano es el punto medular para que el riesgo de cualquier ataque sea menor.

Las mejores prácticas, la concientización y el correcto análisis de las situaciones quedan solamente en el usuario y de ahí depende si las redes sociales son un trampolín de efectividad o nos causan nulidad laboral o personal.

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