El precio del poder

Una de las muchas oportunidades de ingresos que tiene el canal de integración OEM está en la venta y ensamble de PC de alto rendimiento, nicho que tiene un segmento pequeño de usuarios con necesidades de alta capacidad y desempeño.

A diferencia de otros mercados, el de México es aún incipiente en la venta masiva de estos dispositivos, pues de acuerdo con un estudio realizado por la consultora NPD, principalmente en Estados Unidos, el valor del mercado de la industria de videojuegos asciende a 52 mil millones de dólares anuales, en tanto que en nuestro país alcanza los 600 millones de dólares.

Otro aspecto es que a pesar de que los videojuegos nacieron en la PC, la mayor parte de las ganancias en este segmento se las llevan las consolas; no obstante, la PC no sólo es considerada por muchos la plataforma ideal, sino que también genera negocio para muchas más empresas, tanto de hardware como de software.

Lamentablemente, cuestiones de precio de componentes y equipos han hecho que en nuestro país sean pocas las iniciativas para impulsar este sector económico. Baste recordar el intento de Microsoft por impulsar la PC como plataforma de videojuegos con Games for Windows Fest, el cual no tuvo continuidad.

A este ejemplo se suma la tibia oferta en México de fabricantes como HP, Dell, Acer, Toshiba, Lenovo, que a pesar de tener equipos para gamers no cuentan con un portafolio extenso en el mercado nacional, debido a que no es rentable la venta masiva.

Como iniciativa queda la que conforman los fabricantes de memoria, monitores, procesadores, discos duros, gabinetes y tarjetas gráficas, que hacen esfuerzos muy aislados con comunidades muy pequeñas.

Ante ello, la oferta de ensamble para integrar soluciones de alto rendimiento tiene futuro, aunque difícil de incursionar en él, pues como todas las soluciones de valor, el negocio está en el conocimiento para entregar satisfacción a los clientes.

En el caso de videojuegos, son pocos los mayoristas que tienen un nicho dedicado a este sector, pero mantienen una relación muy estrecha con distribuidores que están dispuestos a pagar el precio del poder.