Editorial
Un mundo sin fronteras
Ha sido el sueño de muchos a lo largo de la historia y aunque quizá jamás veamos tal utopía, en algunos campos las líneas divisorias han dejado de ser relevantes.
El caso más evidente es Internet, con el que un ciudadano de la Unión Europea puede intercambiar ideas en tiempo real con un interlocutor asiático, comunicarse con socios en cualquier parte del mundo o enterarse de las noticias del país más lejano.
En efecto, las TIC han borrado fronteras y en especial las empresas de conectividad, como 3Com, que en breve será adquirida por Bain Capital y Huawei (en una parte minoritaria), lo cual seguramente inyectará nuevos bríos a esta quinceañera empresa.
Regresando a la nulidad de las fronteras, vale la pena recordar que del 5 al 12 de octubre empresas chilenas estarán en México en busca de nuevos socios de negocios y distribuidores, ocho de ellas de tecnología.
Recientemente, empresas peruanas hicieron lo mismo y en ambos casos la AMITI coadyuvó para que dichas compañías se reunieran con empresarios y miembros del canal.
Esto es un ejemplo de cómo se pueden trasponer los límites geográficos para buscar nuevos negocios. Ojalá pronto veamos a desarrolladores y empresarios de tecnología mexicanos llevar sus productos a Centro y Sudamérica, a la Unión Europea, a Estados Unidos y al Cono Sur, apoyados por asociaciones como la misma AMITI, la AMIPCI, la ANADIC y el gobierno federal.
¿Se antoja difícil? No debería serlo si pensamos que México es uno de los países que ha firmado más tratados de libre comercio. Después de todo, ¿por qué habrían de limitar las fronteras al mundo de las TIC, sin son éstas las que las están borrando?
