Columnas

El software libre y sus retos para el canal

 


Software Libre, GNU/Linux, palabras hasta hace poco tiempo ajenas a las PyMEs, corporativos y oficinas de gobierno hoy son ya parte de su laborar cotidiano en todo departamento de sistemas.

La búsqueda de mayor rentabilidad, un rápido retorno de la inversión o reducción de la misma ha hecho que surjan nuevas alternativas, más allá de las tradicionales, y darse tiempo a probar ese sistema operativo que durante mucho tiempo un gran equipo en el mundo nos hemos dedicado a madurar y que, aunque sabíamos que estaba listo para competir en cualquier campo de acción, no había sucedido.

 

Hoy, todo es diferente. Las cosas han cambiado. Todo mundo sabe o ha escuchado de Linux, como muchos le dicen; personalmente prefiero su nombre correcto: GNU/Linux, pero esa explicación la dejaremos para otra ocasión.

Aunque sabemos que el software libre trae grandes beneficios tanto en desempeño, rentabilidad, interoperatividad y un largo etcétera a las empresas que lo utilizan, la gran pregunta es: si es libre, ¿cómo puede el canal de distribución de cómputo hacer negocios con él?

Primero debemos recordar que libre no es gratis, de ahí la necesidad de llamarlo correctamente: software libre, no software gratuito. Una vez hecha la diferencia, veremos que tenemos en nuestras manos un producto a distribuir, solamente que éste tiene características muy diferentes de producción, distribución y, por lo mismo, de comercialización.

Entonces yo canal, ¿cómo puedo ofrecer, no una caja más, sino una solución que en verdad me permita tener un diferenciador con mi competencia? Se trata de no vender cajas, de resolver problemas; sí, eso que tanto tiempo ha dicho la industria de cómputo pero no sabía cómo ni con qué tiene su mejor oportunidad aquí.

Y cuando decimos no vender cajas es literal. Vendamos, si así lo requiere el cliente, alguna suscripción de actualizaciones de seguridad respaldadas por alguna empresa, como en el caso de Red Hat, Suse o si hemos logrado que nuestro cliente comprenda cómo funciona en mundo del SL, entreguemos la misma solución pero basada en Ubuntu, Kubuntu, Debian o Gentoo, distribuciones comunitarias ampliamente difundidas y probadas.

Esto nos exigirá tener personal preparado, capacitado y no sólo el técnico con quien todo medio funciona. Esos son, precisamente, los diferenciadores entre el que sólo baja unos CDs o intenta vender una caja para que pongan un sendmail y aquel que instala una solución de correos y antispam dejando a segundo término la distribución a utilizar porque conoce las debilidades o fortalezas de cada una de ellas. Es ahí donde está la utilidad; de hecho, me atrevería a decir la mina de oro.

Si todo mundo está consciente de la necesidad de ser excelentes y tener empresas de alto nivel competitivo, ¿en qué momento nos estamos poniendo a trabajar en serlo? Algunos ya lo están haciendo, ¿y nosotros cuándo? Porque si no lo hacemos, venderemos cajitas y otros cobrarán el conocimiento. De ahí una de las máximas del SL: “El conocimiento es libre, lo que se cobra es su aplicación”.

*Director general de Computación Gráfica de México (Compugraf).

Miembro fundador del Congreso Nacional de Software Libre (Consol)

e integrante del Comité Consultivo de Linux World México.

[email protected]

 

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba


Share via
Copy link
Powered by Social Snap