SOHO y hogar inteligente

Son dos temas que por lo general han sido difundidos por múltiples proveedores de soluciones, pero todavía representan un reto; hablamos del concepto estadounidense Small Office Home Office (en español, empresa muy pequeña basada en el hogar), y también del hogar inteligente.

El primero es un sector que arroja grandes ganancias a quien decida explotarlo. 90% de los negocios en México están conformados por compañías muy pequeñas, que generalmente distan de tener a su alcance tecnología ya no digamos de punta, sino que no esté a punto de llegar a su obsolescencia técnica, o bien, que sea legal.
Generalmente, los grandes fabricantes y mayoristas apuestan su mira al mercado que deja grandes volúmenes: corporativos, gobiernos y medianas empresas. Esto genera varios problemas: los grandes negocios se terminan rápido al saturarse los mercados, el país vive un rezago tecnológico enorme y el mercado SOHO es visto como un plato de segunda mesa.
Vaya errores. Los changarros (término acuñado por la presente administración para referirse a las microempresas) son una mina de oro y este eslabón de la cadena productiva no puede seguir viviendo en la inanición electrónica. Pero mejor aún, este nicho está diseñado para los distribuidores pequeños; no obstante, ellos también requieren del apoyo de sus mayoristas.
Estamos hartos de frases huecas: “Hay que tecnificar a la PyME”; “Los programas gubernamentales van dirigidos a ese sector”; “Los analistas dicen que la PyME es un nicho rentable”, “Yo fabricante ataco a ese nicho”.
Palabrerías, la realidad indica que pocos son quienes realmente apuestan sus recursos a ese valioso nicho de mercado, y si lo hacen, es porque no les queda de otra. Lo importante es que existe otro cúmulo de compañías que en lugar de ver las cosas desde esa óptica, construyen todo un sistema de distribución totalmente enfocados a los segmentos expuestos.
Y llegamos al segundo apartado: hogar inteligente. Es otro término acuñado por nuestra industria que a lo largo del tiempo ha tenido modificaciones: antes se veía como una utopía y hoy puede ejemplificarse con casos prácticos.
Imaginarse un hogar interconectado mediante enlaces inalámbricos, empleando Internet como plataforma de comunicación ya no es un sueño guajiro. Lo importante es que esa integración de productos va dirigida al segmento alto de la población y un elemento importante en esta integración de tecnología es el canal de distribución, como el especialista en estos bemoles.
En síntesis: no hay que despreciar a los sectores, si no se toman en serio hoy, mañana podría ser demasiado tarde. Finalmente, el canal está listo, pero, ¿lo están sus asociados de negocio?
El retail no tardará en darse cuenta, pero como dice el refrán, el que pega primero, lo hace dos veces…