Editorial

Servicios, la nueva oferta

La convergencia de TIC se comenzó a abordar desde el punto de vista de las redes y la reducción de infraestructura e inversiones para que por un mismo medio de transmisión se tuvieran diferentes usos, como voz, datos y video.


Ahora, este concepto está migrando a las aplicaciones, donde la red ya deja de ser una preocupación y se convierte en una constante de ingresos por implantación, administración, servicios, etcétera, y es la base para que por la misma vía residan y convivan diferentes contenidos.

El objetivo es crear un ecosistema que proporcione al usuario aplicaciones de negocios, administración, productividad, entretenimiento, educación, salud y una larga lista que incrementará el bienestar de individuos y organizaciones.

En este número se abordan, por lo menos, dos ejemplos que sustentan lo anterior: Huawei, con el lanzamiento de su plataforma SDP (Service Delivery Platform), algo similar a lo que hizo Nokia hace unas semanas con OviStore, y el anuncio oficial de la disponibilidad de Windows 7.

En los tres casos, los desarrolladores son quienes aprovecharán los cimientos que ofrecen las iniciativas arriba mencionadas; sin embargo, se reitera el ecosistema de integración, donde toda la cadena de suministro saldrá beneficiada.

Cada empresa citada representa eslabones de la industria diferentes: software, redes y terminales, cada uno tiene una oferta y está orientada al canal; el caso más sólido es Microsoft, que a la par del anuncio de su sistema operativo lanza una serie de aplicaciones que también sirven de base para la entrega de servicios, en los cuales, ya sea por referenciar, implantar o vender, los distribuidores llevan ganancia.

Un resultado de esta infraestructura es el cambio de los hábitos o formas de hacer negocio, ejemplo de ello es la cifra que arrojó el reciente estudio realizado por Select, a petición de la Amipci, en el que se señala que México registró 85% de crecimiento en comercio electrónico, práctica que se está convirtiendo en una referencia para ciertos nichos de negocio, como turismo o transporte aéreo.

A final de cuentas, ya se están viendo los resultados de la mencionada “nueva economía”, queda observar cómo penetra en otros sectores, todo ello con base en la nueva forma de entregar tecnología, servicios y sus aplicaciones.

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