Editorial

Incursiones y depresiones

Dice una conseja popular que luego de un accidente aéreo casi seguramente habrá al menos otros dos, lo mismo se dice cuando fallece un artista reconocido. ¿Será cierto? Quizás haya escuchado estos comentarios en pláticas de sobremesa y tal vez hasta haya puesto doble atención a las noticias para corroborarlo o desmentirlo.


En ese tenor, podríamos decir que cuando una noticia importante de TI aparece, otras del mismo calibre le seguirán. Para muestra un botón.

La semana pasada tres noticias involucraron a la empresa de Redmond y en los tres casos se habló de incursiones en mercados nuevos. La primera, el anuncio de Project Natal, tecnología mediante la cual se podrá controlar su consola de juegos sólo el movimiento corporal, sin tocar hardware alguno, lo cual significaría ir un paso adelante en cuanto a periféricos se refiere.

La segunda es que tanto Acer como Asus, dos notables fabricantes taiwaneses, han decidido lanzar netbooks con el sistema Android, lo cual significaría un pie de Google en terrenos donde la empresa de las ventanas no sentía competencia real.

Y la tercera, la aparición de Bing, el nuevo buscador Web de Microsoft, que intenta reducir la enorme brecha que le separa del líder en ese segmento; sin embargo, quizás el movimiento más agresivo es el que el Microsoft ha anunciado, pues ha confirmado que en octubre estará disponible Windows 7, lo cual sería la última estocada a un Vista que jamás despegó completamente.

Pasando a temas más humanos y menos cibernéticos, ¿sabe usted si alguno de sus empleados padece depresión laboral? Navegando, me topé con algunos datos dignos de comentar; por ejemplo, que el IMSS estima que durante este año habrá un aumento de los accidentes laborales ocasionados por el estrés que genera la situación económica.

Por otro lado, se estima que en Estados Unidos el tratamiento de esta enfermedad (porque la depresión no es un estado de ánimo) es casi tan costoso como el tratamiento del SIDA (alrededor de 44 mil mdd) y los efectos colaterales que ocasiona en el ambiente laboral incluyen: reducción de la productividad, falta de cooperación, riesgos en la seguridad, accidentes, ausentismo, quejas frecuentes, cansancio crónico y problemas de concentración, entre otros, todo ello sin contar que como se ha dicho anteriormente un empleado que se siente menospreciado, relegado, no sólo deja de ser productivo, además es un riesgo potencial para la información en la empresa y en niveles directivos o gerenciales implica una potencial fuga de cerebros.

No olvide que la experiencia de su personal es un activo difícil de cuantificar, pero que en tiempos de crisis puede hacer la diferencia entre usted y su competencia.

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