La seguridad inalámbrica, básica
Por Víctor Checa, gerente de Soporte técnico, TP-Link México:
Como en cualquier ámbito de la actividad humana, la seguridad es importante al momento de armar una red inalámbrica. Cabe mencionar que de acuerdo a la encuesta Global de Delitos Económicos 2011 de PricewaterhouseCoopers (PwC) cuatro de cada diez empresas mexicanas sufrieron actos criminales al interior de sus oficinas.
Por lo anterior es vital que la red inalámbrica sea asegurada y protegida mediante algunas acciones, las cuales aumentan la seguridad en la red inalámbrica para reducir los riesgos.
La primera acción es cambiar la contraseña del administrador en el ruteador inalámbrico. Los criminales cibernéticos consiguen las contraseñas predeterminadas y las usan para intervenir las redes inalámbricas. Asimismo se debe utilizar una contraseña que no se pueda adivinarse fácilmente.
También, se recomienda apagar la transmisión SSID (Service Set Identifier) para evitar que el dispositivo inalámbrico haga saber de su existencia cuando se busquen redes inalámbricas disponibles.
Otro consejo es activar algún tipo de codificación o encriptación en la trasmisión de los datos del ruteador, tales como WPA, WPA2 o WEP y modificar la contraseña por lo menos una vez al mes.
Lo peor que le puede suceder a un usuario es creer que su red es segura, lo cual amplía las posibilidades de que tenga alguna vulnerabilidad para ser explotada y su información, robada.
Una de las principales ventajas de las redes inalámbricas es la reducción de costos, si se le compara con una red cableada; sin embargo, para este tipo de red debe contarse con seguridad robusta y exigente para evitar disgustos.
Además de las características mencionadas, el usuario debe asegurarse que el equipo instalando en su casa u oficina ofrezca el mejor desempeño, apoyado por un buen servicio al cliente y una política de garantía clara.
