Un factor de supervivencia
De la integración a la apropiación
En el caso del integrador Grupo Rhino, el valor agregado lo ha llevado de la reparación de equipos de cómputo a la implementación de circuitos cerrados de televisión (CCTV), pasando por instalaciones de cableado estructurado, soluciones PoS y consultoría en aplicaciones.
Si bien su oferta tiende a la diversificarse, su especialización está en atender verticales de comercio al detalle y educación, en el primero, principalmente pequeñas y medianas empresas (PyME), en el segundo instituciones de educación superior.
José González Lira, gerente comercial de Grupo Rhino, destacó: “El valor agregado es nuestra evolución, al generar servicios y soluciones confiables algunos usuarios crecieron así como sus demandas, por ello requerían más infraestructura y se acercaron a nosotros”.
Con esta experiencia se generó continuidad con algunos clientes de tal manera que conoció mejor su giro de negocio y necesidades, ante esto se diseñaron soluciones más eficientes; uno de sus principales soportes, son los mayoristas, los cuales acercan equipos demo y entrenamientos que le permitieron especializarse.
Al realizar diagnósticos de las condiciones de sus clientes, el integrador puede deducir su evolución y anticiparse a sus necesidades, para mantener este ritmo de innovación es fundamental mantenerse informado ya sea a través de la cadena o los diferentes medios de comunicación especializados, ya sean locales o globales.
“El valor agregado es superar constantemente las necesidades del cliente a partir de la innovación, nuestra política es hacer en primera instancia un diagnóstico de sus necesidades para genera una solución que vaya más allá de sus expectativas”, sentenció, Lira.