Una vez más, la tecnología demuestra su eficiencia al cambiar modelos de negocio y procesos en empresas y organizaciones públicas y privadas. Con lo cual hace que el canal se vuelva especialista en la tecnología y en la forma de venderla, así como en los trámites para entregarla.
Tal es el caso de quienes centrar sus operaciones en dependencias de gobierno, nicho difícil de atender debido a su diversidad en procesos, complejidad de adopción en TIC y burocracia en licitaciones y pagos.
De ahí que fabricantes y mayoristas cuenten con áreas y recursos humanos dedicados a apoyar a los canales para atender los jugosos, pero complicados, negocios con el gobierno.
A través del tiempo, se han dado cuenta de problemas y requerimientos para la óptima atención del sector, por ejemplo, el hecho de que varios distribuidores estuvieran concursando una misma licitación, ante lo cual dan solución con esquemas de registro de proyectos.
Otros más son los apoyos con cartas de respaldo de permanencia y respeto de especificaciones de calidad, componentes y cantidad de equipos que piden dependencias, con el fin de no entrar en incumplimiento.
No obstante, la tecnología y el canal también han dado pie a que se den otros modelos de negocio, ejemplo de ello es la forma en cómo se entrega la tecnología a estas organizaciones, que si bien ya estaban interesadas en el modelo de servicios administrados y, en algunos casos, software as a service, el modelo de la nube llegó a cambiar de lleno la forma del consumo.
Cabe señalar que en este lapso, la industria de TIC fue quien evangelizó, asesoró y colaboró en gran medida para establecer las reglas del juego y empezar a generar nuevos esquemas de negocio.
Lo anterior con la preparación de la cadena de suministro, que una vez más demuestra la importancia para reducir la brecha tecnológica del país en todos los sectores con calidad, quedándose en el camino con atractivos ingresos, resultado del conocimiento y preparación en TIC.
