Editorial

Las oportunidades olvidadas

La semana pasada “se celebró el 20 aniversario” del primer virus para PC identificado como tal. Se trataba del virus Brain, que se vinculaba con cierta fábrica de software y sus desarrolladores: los hermanos Farooq Alvi, quienes habían ideado el programa para desquitarse de los que impunemente copiaban y usaban sus programas sin pagar por ellos.

Esa historia de “protección” de la propiedad intelectual fue un “ejemplo a seguir” por otros fabricantes de software. Mas hoy la carrera contra programas malintencionados se ha alejado de esa vendetta y se ha convertido en una inmoral pero efectiva forma de provocar daño y obtener beneficios por ello.
Eso dio auge a la creación de herramientas contra amenazas; sin embargo, hasta el momento no se ve para cuándo se detendrá esta carrera de resistencia y estrategia contra quienes aprovechan las facilidades de los sistemas operativos existentes para comunicarse, interactuar con sus aplicaciones y los usuarios de las mismas.
Al inicio de año, el principal fabricante de software se vio obligado a adelantar sus mensuales actualizaciones de seguridad, a causa de la sostenida amenaza de programadores sin escrúpulos que buscan generar daños a los legítimos compradores y usuarios de tecnología.
Por lo que toca a estos últimos, han debido dar pasos para fortalecer sus defensas contra los masivos, veloces y certeros ataques a sus datos e información: su activo más valioso y motivo central de los negocios.
Es decir, han invertido en tecnología para continuar con sus operaciones diarias, y si ellos lo han hecho, no hay ningún pretexto para que el canal no invierta en el mismo rubro con el propósito de hacer crecer sus empresas.
No hay pretexto ni justificación alguna para que muchos de los distribuidores mexicanos no hayan invertido en tecnología con el fin de darse, por ejemplo, una identidad corporativa en Internet.
Es lamentable, por decir lo menos, que muchos miembros del canal no cuenten con un sitio web donde exponer sus habilidades o su oferta de productos, soluciones y servicios a todo aquel cliente potencial al que esa carrera de desarrollo tecnológico ha empujado a invertir en tecnología.
Huelga decir que esos mismos distribuidores han olvidado las oportunidades inmensas del comercio electrónico. En esta edición, eSemanal plantea la perspectiva del ecommerce de uno de los más grandes exponentes de la modalidad business to consumer (B2C), quien está seguro de que el éxito del negocio estriba en una oferta amplia y permanente.
Este olvido u omisión es indefendible desde cualquier perspectiva de negocio, por ser una desventaja como la que enfrentan los concesionarios de radio del país, quienes en el colmo de los absurdos afirman que no están dispuestos a invertir en la digitalización de sus emisoras si el gobierno no modifica las concesiones.
Estos concesionarios actuarán en su propio perjuicio si no terminan de entender que la digitalización será la única forma de hacer frente, sobrevivir y obtener ganancias en sus negocios, pues ante su actitud, surgen medios alternos que ocuparán, sin duda, el lugar de quienes olvidaron o negaron las oportunidades que los adelantos tecnológicos les ofrecen.

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