Precio mata calidad, inicios del ensamble
Frente a las primeras ofertas de PC internacionales, el mejor precio de los equipos ensamblados en el país resultó una propuesta atractiva, a inicios de los 90, aunque sacrificaba calidad.
El desarrollo de las computadoras ensambladas localmente es caracterÃstico de mercados emergentes como Brasil, México, Asia y demás naciones no industrializadas, donde el factor determinante de compra es el precio.
A finales de la década de los 80, después de la llegada de los primeros ordenadores personales a territorio nacional, de marcas como IBM, HP y Acer, tuvieron lugar los primeros pasos del ensamble de PC mexicanas.
De acuerdo con Carlos DÃaz, presidente de la Asociación Nacional Mexicana de Ensambladores de Computadoras (ANMEC), desde 1981 se registraron indicios de este mercado, pero hasta 1985 comenzó a tener mayor presencia.
Señaló que en ese último año se registró el aumento de diversas marcas de equipos de cómputo nacionales, pues los integradores una vez que armaban componentes en gabinetes genéricos, se preocuparon por dar nombre a su trabajo y ofrecer una imagen y diferencia. Sin embargo pocos realizaron un registro formal ante el IMPI (Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial).
La aparición e incremento de escuelas de cómputo, en ese periodo, fue un factor que reforzó el interés por las propuestas de ensamble local de PC, según DÃaz.
Agregó que otro hecho importante en la penetración de estos equipos, en aquel tiempo, fue el surgimiento de la Plaza de la Computación, lugar que desde entonces alberga grupos de ensambladores y es considerado una opción de mejores precios.
Historias de mala calidad
La diferencia de costo entre las PC nacionales y aquellas de marcas multinacionales fue considerable desde un inicio. Esto no sólo porque los ensambladores locales no invertÃan grandes recursos en infraestructura y mercadotecnia, como lo hacen las firmas internacionales, sino por la integración con componentes económicos.
El ensamble con estas piezas provocó fallas constantes en los equipos, lo cual gradualmente generó una mala imagen del producto.
De acuerdo con David Garza, ingeniero de Aplicación en Campo de AMD en México, la llegada de componentes de dudosa procedencia era común. Esta práctica tuvo presencia a partir del libre comercio que redujo costos por aranceles.
Los entrevistados coincidieron en que durante los primeros cinco años de la década de los 90, la caja blanca fue perseguida por el concepto de mala calidad y desconfianza, pues los integradores tampoco ofrecÃan servicio de soporte y respaldo ante los desperfectos.
Pese a ello, la importancia del precio en el mercado nacional logró que los usuarios aún adquirieran ordenadores ensamblados, asumiendo la alta posibilidad de que presentaran problemas de funcionamiento, lo que se justificaba por el bajo precio.
Garza consideró que la crisis de 1994 fue otro elemento determinante en la preferencia de los consumidores por las máquinas caja blanca, pues el precio de éstas era incluso 50% menor que el de las extranjeras.
Precio y calidad bajos caracterizaban los inicios de este mercado, por lo que fabricantes como Kingston, que orientaba su oferta al segmento de marcas foráneas, no vislumbraba oportunidad de negocio en ese nicho, sin embargo años más tarde se une al proyecto y procura entregar oferta con mejores precios.
“El ensamble inició como una solución barata que sacrificaba calidad, aunque no se debe generalizar. Kingston no lo veÃa como negocio pues en su mayorÃa se trataban precios bajos”, comentó Óscar MartÃnez, gerente de Kingston en México.
Cualidades de la oferta
Los elevados márgenes que otorgaba la venta de PC ensambladas, asà como la crisis económica son dos hechos relevantes en el crecimiento de ensambladores en el paÃs, refirió el ejecutivo de AMD.
Destacó que los desempleados encontraron en esta parte de la industria de cómputo, una alternativa para obtener y mejorar sus ingresos, por lo que demasiada gente incursionó con nulos o escasos conocimientos y pretendÃa armar equipos de escritorio “como rompecabezas”.
Según cifras de la ANMEC, en 1992 contaban con un registro de entre 8,000 y 10,000 ensambladores afiliados, aunque DÃaz consideró que no existe un factor especÃfico que genere crecimiento de esta comunidad.
Los ejecutivos coincidieron que anteriormente la integración demandaba un mayor grado de conocimiento de la compatibilidad de componentes para lograr una adecuada configuración, pero el que varios ensambladores no tuvieran capacitación reforzó los defectos de estos equipos y por ende su mala imagen.
A decir del presidente de ANMEC, el mal servicio que los mayoristas otorgaron en un principio y la despreocupación por entregar mejores equipos, “por ejemplo, entregaban el teclado en inglés y a nadie le interesaba”, desvirtuaron este mercado en sus primeros pasos.
A ganar terreno
Aunque los dispositivos ensamblados contaban desde los inicios con sistema operativo como DOS (1982-1984) y posteriormente Windows en versiones 3.1 y 3.11- este último ya permitÃa el trabajo en red-, el ejecutivo de AMD aseguró que la entrada de Windows 95 fue un disparador para ese mercado.
De igual modo, la flexibilidad de configuración fue otra variable que permitió a la caja blanca ganar más terreno.
En los años 90, algunas escuelas públicas comenzaron a integrar en su base computadoras nacionales, aunque posteriormente regresan a la compra de equipos de marcas transnacionales, a decir de DÃaz.
Adrián FarÃas, analista de Sistemas Personales para IDC México, aseguró que la estrategia de las ofertas locales para posicionarse en el mercado es el precio, elemento que aunado al servicio ha permitido el incremento de su participación.
Algunos ejecutivos indicaron que el canal de ensambladores mostraron mayor interés en mejorar la calidad y presentar ofertas más formales a finales de la década pasada y con mayor fuerza a inicios del año 2000.
Algunos pioneros:
Fabricantes:
AMD
Ciryx
Intel
Microsoft
VÃa Samuel II
Importadores:
Microedge de México
Grupo Six
Microworld
Microstar
Nu- Infotek
Mayoristas:
Dicom
Dicopel
CHS
CPM
Mexel
Ensambladores:
Printaform
Pine
Electron
Alaska