Cuenta regresiva

Del 2003 no se esperaba mucho. Se sabía de antemano que era un año complicado para todos los sectores de la economía mexicana: las promesas de tener crecimiento, recuperación del empleo, un mayor flujo de efectivo, fueron hechos que hasta hoy no hicieron su aparición.

En Tecnologías de Información el escenario no fue diferente. La venta de PC no creció con relación a 2002, lo mismo sucedió en todos los periféricos, PDA estancado, redes tuvo una ligera recuperación e incluso hasta las ventas por retail se cayeron.
En cuanto al mayoreo nacional experimentó una serie de acontecimiento dignos de tomarse en cuenta: los mayoristas especializados crecieron, unos llegaron y otros dejaron de ser tradicionales para convertirse en focalizados. A los grandes tampoco les fue muy bien que digamos: Ingram en plena crisis, Mexmal estancado, Synnex creciendo moderadamente y MAPS estable.
Asimismo, los fabricantes hicieron de cuanto tuvieron a la mano para no dejar su posición de mercado; en general, en este firmamento no hubo grandes cambios, con todo y las fusiones.
Por su parte las asociaciones sí dieron de qué hablar sobre todo la Anadic, que se consolidó como el organismo más cercano a los intereses del distribuidor e incluso están en proceso de convertirse en una cámara nacional, mientras que AMISSI y AMITI escenificaron un papel secundario o parco.
En esta escala el canal de distribución tradicional vio consolidar a empresarios inteligentes y proactivos que supieron leer las condiciones del mercado, mientras que los flotantes optaron por tomar otros caminos.
Lo negativo es que 2004 tampoco se ve como el punto de partida para nuestra industria, aunque presenta mejores condiciones que el presente año. Para crecer e incluso sobrevivir será necesario pensar de manera minuciosa y establecer la pregunta de rigor: ¿dónde quiere llegar? A estas alturas, un paso en falso podría ser la diferencia entre vivir y morir.
Llegada la hora, al comer la última uva que significa el adiós y bienvenida, en ese primer minuto de un año nuevo, será necesario pensar que este mercado dejó de ser desde hace mucho un lugar donde los pioneros encontraban oro por doquier; ahora es, efectivamente, tierra fértil, pero hay que trabajarla con conocimiento de causa para saber qué se puede sembrar y qué no.