
En el mundo de la tecnología, el prefijo “hiper” se ha utilizado en forma desmedida -lo que resulta curioso, dado que la expresión, entre otras posibilidades, se usa para denotar exceso.
Todos podemos ubicar a un proveedor tecnológico que -con el fin de resaltar aspectos de potencia, velocidad o alcance de su oferta- utiliza “hiper” para intentar deslumbrar a los consumidores.
No obstante, la hiperautomatización, desde la perspectiva de Minsait, debe considerarse un asunto aparte. En este caso, el prefijo (que también puede aludir a algo que muestra un grado superior al normal) sí refiere a una innovación que transforma nuestra idea de la automatización habilitada por la tecnología.
La automatización que esperábamos
La hiperautomatización es una propuesta tecnológica que define un nuevo paradigma en el campo operativo de las organizaciones, ya que lleva la automatización a procesos de mayor complejidad, al tiempo que las tareas automatizadas pueden tener diseños e implementaciones más sofisticadas (por ejemplo, una solución en la que diferentes procesos hiperautomatizados funcionan en forma coordinada).
Para brindar dichas capacidades, la hiperautomatización crea un entorno donde se combinan las capacidades de cinco innovaciones principales:
- Inteligencia Artificial (IA)
- Automatización robótica de procesos (RPA, por sus siglas en inglés)
- Aprendizaje automático (Machine Learning)
- Gestión de casos (Case Management)
- Bajo código (Low Code; método de desarrollo de software que permite desarrollar aplicaciones usando poco código, y sin poseer amplios conocimientos de programación)
La madurez que han logrado estas tecnologías (impulsada por las plataformas actuales de hardware y software que facilitan la gestión y el procesamiento de cantidades masivas de datos) es el factor que está materializando la promesa de la hiperautomatización: organizaciones donde las personas no pierden el tiempo en tareas rutinarias, repetitivas y burocráticas, sino que concentran su talento en actividades estratégicas que influyen en los resultados de negocio.
Y en ese sentido, es importante destacar una diferencia. No es lo mismo usar una herramienta de automatización promedio -de impacto limitado y que en realidad no puede prescindir de una supervisión humana-, que aprovechar un recurso de hiperautomatización que atiende procesos complejos y que incluso (gracias a sus componentes de IA y ML) aprende y evoluciona por sí mismo.
Las posibilidades de la hiperautomatización no pasan desapercibidas. De acuerdo con algunas consultoras, para 2027, el mercado global de soluciones de hiperautomatización alcanzará un valor de $23,700 millones de dólares (mdd); en 2017, el indicador marcaba $4,200 mdd.
Es importante no olvidarlo: en el espacio de la automatización, el prefijo “hiper” es una señal que sí hay que tomar en cuenta.
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