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Asimismo, los integradores también adoptan una nueva postura y juegan un papel todavía más relevante en la comercialización, tanto del área de sistemas de videoseguridad en general, como de las soluciones de TI.
Para Aguirre de Commscope, lo ideal es que tengan la habilidad de entrenamiento necesario en las distintas disciplinas, pues hay compañías que están viendo este salto de manera muy natural y se comenzaron a certificar y a entrenar de tiempo atrás.
Y los fabricantes están capacitando a la mayoría de la gente posible con el afán de emular esta tecnología.
“Esas compañías que quizá sólo se dedicaban a cámaras o videograbadores, se han dado cuenta que, cuando les demandan voz y datos y éste va sobre el mismo cable que se quiere montar, aprovechan el proyecto”, señaló el entrevistado.
Para llevar a este perfil a los canales, los fabricantes deben ser los promotores primarios de esta convergencia, con dos tareas principales, acercar al canal tradicional de seguridad física sobre los beneficios que les otorga ofrecer el cableado estructurado y el equipo activo de red.
Y por el otro extremo, charlar con los integradores que vendían sólo cableado estructurado, switches, servidores, centros de datos; dándoles soporte para que puedan incluir en sus propuestas videoseguridad y control de acceso.
“El integrador que buscamos y con el que ya trabajamos debe contar con un nivel de preparación mayor. Muchos son ingenieros en electrónica o en sistemas, entienden la tecnología IP, saben programar un ruteador o un switch y para ellos una cámara IP se convierte en un dispositivo más”, abundó Guerra.
En la opinión de Rodríguez, a un integrador del mercado de TI le fue más sencillo entrar a las soluciones de control de acceso y automatización, que al canal de seguridad física comenzar a ofrecer los servicios de cableado estructurado.
“En algunos casos fueron exitosos y en otros se aliaron y en los menos dijeron que no era lo suyo y se dedicaron a cubrir cierto segmento que no requiriera conectividad sobre la red”, dijo.
