Las celebraciones del 200 aniversario de la independencia de diversas naciones de América Latina están dando pie a que gobiernos, empresas y organismos públicos se hagan publicidad y propaganda con determinado fin.
Esto se ve con más notoriedad en el gobierno, local o federal, que de alguna manera invierten en imagen para en el futuro tener las ganancias de los votos.
Es en este contexto que la forma de celebrar el bicentenario del inicio del movimiento de Independencia de México en eSemanal es resaltando la aportación de las empresas mexicanas que diseñan, fabrican o ensamblan tecnología en el país.
Y no porque se queden en el discurso simple de que dan empleo a mexicanos o que reactivan la economía interna, pues empresas transnacionales lo hacen y lo hacen muy bien, el hecho es destacar su trayectoria y forma de salir avante ante los retos económicos, políticos, sociales, de seguridad y de fondos de mercadotecnia.
Cabe señalar que la mayoría de las compañías que se describen en esta edición empezaron por ser empresas familiares, sin objetivos claros y que con el crecimiento de sus operaciones optaron por la corporativización y las buenas prácticas, temas que en la actualidad están en boga para optimizar el uso de las TIC.
De ahí que se vean enfrentadas a los altos recursos de marketing que tienen la mayoría de las firmas extranjeras; sin embargo, las empresas mexicanas se han mantenido al paso de los años y es una de las características por las cuales el consumidor las prefiere.
Dada su permanencia, han demostrado estar pendientes de las necesidades del mercado, satisfacer sus reclamos y orientarlos en la mejor solución en torno a sus problemáticas; por ello, la mejor mercadotecnia que pueden realizar es la recomendación de sus usuarios.
Lejos del sentido nacionalista y de aprovechar una celebración, las empresas mexicanas –fabricantes, mayoristas o distribuidores— se merecen un homenaje por la labor que realizan cotidianamente.
