Nuevos círculos

Cuando Microsoft anunciaba la liberación de una versión de sistema operativo, suites de escritorio y demás componentes, se creaba una atmósfera de expectación, debido a que el mundo tecnológico comienza a girar en torno a ellos.

Los fabricantes asociados de la compañía actualizarían o crearían nuevas versiones de su software y hardware para adaptarlas en este caso a su nuevo sistema operativo. Después, Microsoft hablaría de su bondad, innovación y depuración tecnológicas.

Luego de la sonada y jactada salida del sistema operativo Windows Vista, el desarrollador ha actuado con más cautela en el anuncio de la versión que sustituirá el mal afamado sistema. Pese a que está a casi tres meses del lanzamiento, Windows 7 está llegando con prudencia al mercado. Esta vez, la compañía de las ventanas no organizó una reunión con distribuidores después de su lanzamiento, en la que les señalaría todos los bemoles habidos y por haber: márgenes, aspectos tecnológicos, nuevas capacidades y, mención infaltable, los nuevos programas de licenciamiento, sino que lo hizo previo. Incluso, aprovechó la reunión mundial con sus socios, realizada hace tres semanas, para dar avances en torno a el sistema operativo, su suite de oficina y su plataforma de servicios en la nube.

De igual manera, la compañía de Bill Gates no ha ni mencionado que su nueva versión no tiene errores de ningún tipo por lo que será inmune a las vulnerabilidades venideras en torno a la seguridad, ni mucho menos los problemas de compatibilidad con miles de dispositivos que giran alrededor del sistema.

El producto está siendo analizado por especialistas, muchos de ellos hackers, de quienes no se han oído que transgredan el producto con el cual Microsoft se quiere redimir ante sus clientes.

Lo mismo hace con la introducción de su buscador de medios Bing, con el que planea ir por un gran pedazo de mercado en el cual no está participando y en el que hay un solo competidor. Para reforzar ese objetivo, también signó un mencionado acuerdo con Yahoo!.

Sin duda, se comienza un nuevo círculo que dará lugar a sistemas de cómputo e informáticos más robustos con las consabidas nuevas formas de hacer negocio. En este contexto, todo girará alrededor de la innovación que forma una nueva cultura informática y que se puede definir como una inercia cíclica e inevitable, igualmente predecible.