Filantropía, rock y capital humano
Hace una semana concluyó el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza y, como cada año, siempre hay tema digno de reflexión. Esta ocasión me quedo con las palabras de Bill Gates, ahora como filántropo, quien instó a los empresarios a encontrar maneras de hacer del mundo un mejor lugar.
Le hizo segunda Bono, rockstar nominado al Nobel de la Paz y cofundador de la iniciativa RED (PCs cuyas ganancias ayudarán a combatir el sida en África).
¿Se ha preguntado cuál es la parte que usted tiene a su cargo en esa tarea? Quizá la filantropía no es algo en lo que piensen los pequeños y medianos empresarios que forman parte del canal de TIC; sin embargo, una compañía con empleados productivos será productiva, generará mayores ventas y, por lo tanto, ganancias que a la larga redundarán en empleados mejor remunerados y quienes, a su vez, consumirán otros bienes, haciendo girar el engrane de la economía.
Recordemos ahora que un empleado satisfecho es un empleado productivo; por el contrario, ¿sabe cuánto pierde su empresa cuando un trabajador capacitado, con experiencia y comprometido decide abandonar su cargo por sentir que no es reconocido en la medida en que se esfuerza?
Ese empleado, seguramente se irá a otra compañía que usufructuará todo ese conocimiento o, bien, empezará su propio negocio sabiendo que domina su campo profesional, conoce el negocio y, sobre todo, ha experimentado en cabeza ajena ¯la de usted¯ la lección del retorno de inversión del capital humano.
