Editorial
No se duerma en sus laureles
De acuerdo con lo expresado por el presidente Felipe Calderón en su primer informe de gobierno, se estima que la reserva de petróleo de nuestro país sólo alcanzará para nueve años más, con una producción siempre en declive.
Esto nos lleva a pensar en la importancia de que el país cuente con una fuente alternativa de ingresos, eficaz y duradera. Lo mismo ocurre en las TIC. Así como en otros países, donde previeron la eventual escasez del crudo y empezaron a producir etanol y otros combustibles alternativos, en la tecnología no se debe apostar todo a un solo nicho de negocios.
Esto cobra especial relevancia cuando, de nuevo recordando el panorama nacional, vemos que la economía difícilmente tomará buen curso si no se realizan las reformas fiscales necesarias cuanto antes.
Asimismo, se corre el riesgo de que se frene la inversión extranjera y recordemos la participación que las empresas de TIC aportan a nuestro país. No olvidemos que perdimos, frente a China, la inversión atraída por la mano de obra barata, ahora corremos el riesgo de perder oportunidades ante otros países por no formar personal calificado en TIC.
Pero, ¿qué tiene que ver todo este asunto con usted? Así como el petróleo se acabará un día, siempre habrá alguien que venda más barato o alguien mejor capacitado. Entonces, ¿qué se debe hacer? La respuesta es no dormirse en los laureles y buscar nuevas fuentes de negocio, justo ahora que no las necesita, ahora que atender a un solo nicho del mercado es suficiente y que se pueden, aún, tener ganancias vendiendo un solo tipo de equipos o servicios.
Hoy es tiempo de capacitarse en áreas distintas, de buscar nuevas certificaciones y estar atentos a las tendencias, pues lo importante no es dónde estamos, sino dónde estaremos mañana.
Aún hay mercados por explotar como la videovigilancia IP, las comunicaciones unificadas, los sistemas de almacenamiento, los servicios administrados y la consultoría en energía y seguridad, sólo por mencionar algunos.
Recordemos que no buscar nuevos horizontes puede significar no tener ningún laurel sobre el cual dormir el día de mañana.
