Reportaje

Congreso Internacional de Calidad para la PyME

Por sexta ocasión, este evento logró reunir a los principales especialistas en negocios para aconsejar a las empresas sobre los retos, novedades y expectativas del mercado mexicano con el objetivo de ofrecer servicios y productos de calidad.

En el marco de la Semana PyME, se celebró el sexto Congreso Internacional de Calidad para la PyME. En dos días, los asistentes a este encuentro pudieron conocer las estrategias que han llevado al éxito a varias empresas de este tipo a través de la presentación de casos de éxito, así como la opinión de especialista en el tema.
Perspectivas de desarrollo
Una de las ponencias más interesantes del foro fue la que ofreció Alejandro González, subsecretario para la PyME de la Secretaría de Economía, quien habló de las oportunidades y retos a los que se enfrentan estas empresas en el campo económico mexicano.
González partió del hecho de que el proceso de globalización es irreversible y está fuera del control de los países, así que México no puede ni debe rechazarlo y para demostrar que este sistema ya llegó al país mencionó algunas de sus características como el surgimiento de empresas globales, las transferencias inmediatas de recursos financieros y la revolución de la información.
El mandatario dijo que el panorama mundial de la economía actual está basado en el conocimiento y la economía industrial y agrícola. “La globalización brinda la oportunidad de acercar los conocimientos tecnológicos a las empresas, por eso, la clave para el desarrollo de los países es el conocimiento”, afirmó.
González agregó que la principal consecuencia de esta política económica es una competencia feroz en los mercados y ya no sólo de las empresas sino también de los productos, por lo que recomendó: “El país que gana es el que tiene insumos más baratos y bienes y servicios de alto valor, aquellos inmersos en la economía del conocimiento”.
Competitividad, la clave de la independencia
Por otro lado, la globalización también trae problemas de por medio como la dependencia económica entre países. En el caso de México y su dependencia de Estados Unidos, explicó que en el vecino país hay un déficit fiscal de $450,000 millones de dólares, así que no deben esperarse grandes beneficios provenientes del norte.
“Es necesario que no esperemos a que la economía de Estados Unidos se componga, es mejor empezar solos. Para combatir esta dependencia de la globalización es necesario voltear a ver el mercado interno y fortalecerlo”, añadió González.
En este sentido, el subsecretario recalcó que es necesario combinar una estrategia de fortalecimiento de la competitividad y la productividad. “De 1994 a la fecha hemos incrementado la competitividad por las preferencias arancelarias, pero para impulsarla es importante fortalecer la capacidad del país”, calificó.
González dijo que hay muchas PyME con bajos precios y pocos márgenes de ganancia, los cuales son causa de la mala calidad de los productos porque no tienen la suficiente tecnología detrás y mucho menos capacitación y mercadotecnia, lo que origina un desarrollo muy limitado.
Por esta razón, el representante de la dependencia propuso la innovación como la estrategia del cambio, dijo que no se ha logrado crear una industria productiva de bienes de consumo de valor agregado, por lo que es necesario impulsar la novedad porque no existe una industria productora de bienes de alta tecnología, los productos innovadores surgen de las empresas extranjeras establecidas en México.
La calidad es requisito indispensable
De la misma manera que González, Sergio Carrera, director general de Fomento, Comercio Interior y Economía Digital de la Secretaría de Economía, dijo en su intervención que es necesario mantener la competitividad y que México puede hacerlo porque se encuentra cerca de Estados Unidos.
“Antes, para competir, la calidad era indispensable, ahora es un requisito para acceder al mercado, la ventaja competitiva más importante es la que se basa en la innovación y mejora para fortalecer el producto que se vende en otros países como Estados Unidos”, apuntó.
Este es uno de los principios de la globalización, donde la competencia es general, porque así como los productos mexicanos se encuentran en otros mercados, los del resto del mundo compiten en el país, por lo que los procesos productivos se han tenido que volver más baratos.
Una de las claves que Carrera propuso fue tomar como ventaja competitiva la cercanía de México con Estados Unidos e impulsarla y que para que sea sustentable es necesario contar con:
–Innovación y desarrollo tecnológico
–Logística
–Productividad
–Estructura arancelaria
–Mano de obra calificada, activos intangibles que no están en el mercado.
El valor está en la logística
De acuerdo con el funcionario, los acuerdos que tiene México con Estados Unidos no sirven de nada si no están apoyados y si no existen fondos del gobierno para impulsarlos y desarrollar la investigación tecnológica, por eso es necesario hacer una mejor integración de la cadena productiva.
Carrera recalcó que es indispensable el uso de la logística para obtener un verdadero valor y describió las características y elementos que conlleva este recurso.
–Costos
–Tiempos de entrega más cortos
–Capacidades tecnológicas fuertes y empleados con altas habilidades
–Red de suministro eficiente
–Tecnología de información que soporte el pronóstico de la demanda
Desde el punto de vista del mandatario, la calidad y la logística van de la mano y es imposible separarlas, por eso recomendó desarrollarlas de la misma manera que los servicios y la materia prima y el flujo de información.
“No hay mejor manera de concebir la competitividad sino de manera integral de todos los que forman la cadena de valor, pero en el caso de México hay poca conciencia de costo logístico, pues en el total de las operaciones representa un costo muy bajo y más adelante sería complicado aumentarlo”, relató.
El costo logístico en México se calcula en 12% del total de las operaciones, mientras que en Brasil y China es aproximadamente de 13%. Del porcentaje mexicano, 40% corresponde a transporte y 60% a la parte de inventarios y pedido. Es decir, que sólo 32% de las empresas prefieren no incluir este gasto en sus operaciones y tienen contratos con operadores logísticos para terciarlo.
Lo anterior se traduce en que una de cada tres empresas realiza a tiempo menos de 90% de sus entregas. En cambio, en otros países esto se hace en más de 95%, ese 5% parece poco pero es muy significativo porque las compañías que cumplan con este tipo de calidad serán las que sobrevivan.
En conclusión, Carrera dijo que es necesario identificar el costo logístico en cada organización y sus respectivas áreas de oportunidad, pues este recurso aporta muchos beneficios en el ciclo de disminución del tiempo requerido, la reducción de inventario y el nivel de servicios.

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