Editorial

¿Patio trasero?

Vaya polémica generó la afirmación Aguilar Zinser, embajador de México ante Naciones Unidas, donde aseveró “México es el patio trasero de Estados Unidos”. Como es sabido todo esto terminó mal, el embajador renunciara a su puesto, producto de una decisión presidencial.

Más que una anécdota es necesario preguntarse si esta frase incomodó por ser real. Y puede aplicarse en varios contextos. Primero desde el punto de vista turístico; por ejemplo en Tijuana y Cancún, donde los famosos springbreakers hace todo lo que no pueden en su tierra. Generalmente esta clase de turismo no deja muchas divisas, puesto que son “chavos” que llegan con poco dinero, lo indispensable para alcoholizarse o drogarse. Obviamente, con la venia de hoteleros, restauranteros y autoridades que consienten a estos teenagers al aducir, “son turismo de segunda efectivamente, pero dejan dinerito”.
Caso dos. Una de las principales preocupaciones de los estadounidenses es abatir a como dé lugar, el índice de drogadicción. La medida más fácil es evitar su entrada; se hace todo lo posible para que los cargamentos se queden en América Latina, principalmente en México.
Es decir, se cierra la puerta sin importar lo que suceda afuera y actualmente en el país contamos con una sobredemanda de droga de todo tipo: ¿Le cerraron la puerta al patio?
Hay más ejemplos que ilustran al censurado comentario. Pero lo importante es reflexionar si se manifiesta en nuestro mercado. Los grandes fabricantes estadounidenses gritarán a los cuatro vientos, “México es uno de los países más importantes del mundo para nosotros”; “son la economía número uno en América Latina”; “hemos invertido mucho dinero porque creemos en los mexicanos”.
Todo lo anterior es indudable y, como en muchas otras industrias, afortunadamente existen muchos casos de fabricantes y empresarios del país del norte, que verdaderamente apuestan a México porque creen en su potencialidad, y sobre todo, cooperan para desarrollar lo aún subdesarrollado.
Sin embargo, no hay que perder de vista la entrada en vigor de la polémica ley sobre importación de equipo de segunda mano, que si bien generarán nuevos negocios al canal y ayudarán a elevar densidad del uso de la PC e Internet en México, no dejan de ser artículos desechados por compañías estadounidenses, para finalmente venderse en México, todo ello en un marco legal.
Por lo tanto, ¿somos o no patio trasero? Cada uno tendrá su respuesta, los hechos están ahí y lo negativo sería sentirse que en realidad lo somos; ¿acaso la sociedad estadounidense no es una de las más enfermas, sino la más, del mundo?. Entonces ¿por qué no cerrar la puerta a los ejemplos negativos, en todos estratos de la vida, e incluso a empresarios que continúen creyéndolo así?

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