
2025: La Inteligencia Artificial entre oportunidades, desafíos y un panorama incierto
De la experimentación a la consolidación de la IA
La visión de diversos analistas, encuestas y recapitulaciones sobre el 2024, se basó en un solo tema: Inteligencia Artificial. Gartner y otras firmas relevantes en el ámbito tecnológico destacaron que los últimos 12 meses fueron un periodo de “experimentación” para la adopción de soluciones, herramientas y aplicativos basados en IA.
Ahora, oficialmente en el 2025, las apuestas y predicciones para la industria apuntan ya no al auge o la exploración, sino a la aplicación y el crecimiento de casos de uso específicos por vertical e industria que impacten de manera directa en la operación de los negocios.
La carrera para la aplicación de soluciones de IA que ayude a las organizaciones a hacer más con menos ya no suena a una novedad para quienes han seguido de cerca la evolución de la industria. Y es que la novedad no es que la IA ocupe cada vez más espacios cotidianos, ni siquiera que se vuelva una especie de super asistente; el factor disruptivo, quizá, sea la aceleración en su capacidad de integración con otras tecnologías.
La oportunidad para los canales de distribución
Si durante los próximos 12 meses, como se ha predicho en innumerables ocasiones, los casos de uso logran evolucionar y convertirse en herramientas útiles para las empresas, ello significaría no solo un uso intensivo de esta herramienta, sino también la expansión de las oportunidades de negocio que ofrece.
En caso de que ese panorama se cumpla, y lo más probable es que lo haga, los canales podrían tener delante una oportunidad tan grande como decidan expandir sus capacidades y conocimientos, porque sí, la IA es una oportunidad, pero es proporcional al grado de agilidad y adaptación que las empresas estén dispuestas a generar.
Por ello, es importante no solo que los canales identifiquen oportunidades de negocio, sino que integren equipos y consoliden estrategias para atacar de frente, con estocadas firmes las posibilidades que una tecnología con las capacidades de la IA puede traerles.
El precio oculto de la IA
Bien reza el dicho: “no todo lo que brilla es oro”, y aunque la IA es el tema más deslumbrante en la actualidad, convendría no perder de vista la otra cara de la moneda, que para algunos podría ser una oportunidad, y para otros, un camino difícil de sortear.
La cuerda empieza por tensarse del lado de los acuerdos y nuevas prácticas para el cuidado ambiental, y es que para tener cualquier herramienta basada en IA, el consumo energético aumenta tanto que este año se estima que tan solo los centros de datos destinados para la IA alcancen el consumo energético de los Países Bajos.
Y aunque la tensión parecía aminorar con la creación de equipos que pudieran procesar la IA de manera interna, como celulares, PCs y laptops con chips más potentes. Sin embargo los datos apuntan que, cuando cada persona cuenta con al menos dos dispositivos y el aumento exponencial de la migración de miles de procesos a la nube, esa solución deja de parecer tan viable.
El otro lado de la cuerda se tensa aún más cuando se abordan temas como el uso de los datos que alimentan los modelos de lenguaje en los que se basa la IA, o las regulaciones que podrían limitar su desarrollo, y casi se rompe si revisamos los datos sobre el déficit de talento a nivel mundial, porque podrá haber muchos usuarios y casos de uso, pero si no hay quien entienda, proponga e innove ¿Entonces qué sentido tendría tanta tecnología?
México ante el panorama global de la tecnología
El caso de México es aún más particular. Debido a la situación política y económica la industria tecnológica se mantiene con la guardia arriba, esperando no recibir un golpe que afecte su crecimiento y desarrollo.
Además de la incertidumbre que generan las medidas que el gobierno de Estados Unidos pudiera poner en marcha, el panorama con las políticas internas tampoco es muy alentador.
Y la pregunta inevitable es ¿qué hacer entonces?
Por fortuna, el país también se encuentra alineado a las tendencias internacionales, que además de obligar a las empresas a cambiar su forma tradicional de operar, también las impulsa a innovar y adquirir, principalmente, tecnología.
Concentrarse en las PyMEs e impulsar su desarrollo tecnológico podría ser una alternativa que sostenga no solo el crecimiento del sector, sino que además, ayude a cumplir las tan anunciadas tendencias respecto a la adopción de la IA en tareas cotidianas, a través de casos pequeños y aplicaciones sencillas.
El 2025 será un año retador, pero también lleno de posibilidades para quienes se atrevan a innovar. La clave estará en adaptarse rápidamente y encontrar formas creativas de abordar los desafíos. En una industria donde todo cambia día a día, quedarse de brazos cruzados no es una opción viable.
Este año exige más que solo seguir tendencias: requiere que las empresas y canales reconozcan el panorama real y actúen en consecuencia. Proponer, equivocarse, atreverse y repetir el ciclo las veces necesarias será el camino para capitalizar las oportunidades y, en el proceso, hacer negocios sostenibles.
*La autora es Reportera de eSemanal.