Con un gasto calculado y planificación los consumidores afrontan la crisis del costo de vida
Aunque la desaceleración de la inflación es motivo de optimismo a nivel global, según un análisis de NielsenIQ (NIQ), los precios continúan aumentando a un ritmo moderado. Este escenario plantea desafíos para los consumidores latinoamericanos que buscan afrontar la crisis del costo de vida mediante estrategias como el gasto calculado y la planificación.
«Dos factores que han cambiado al consumidor fueron la pandemia, la cual generó modificaciones permanentes como el incremento del uso de servicios como delivery e incrementó el uso de compras online. A un plazo más corto, el segundo factor ha sido la inflación, ya que pone una presión en el bolsillo de los consumidores», comentó Oscar Cabrera, Líder de Éxito del Cliente para NielsenIQ en LATAM.
La recuperación económica global sigue un camino lento hacia la normalidad, según el análisis de NIQ. La OCDE indica un pronóstico de crecimiento del PIB Global del 1.4%, lejano al potencial 2.2% para 2024. En América Latina, se espera un PIB promedio sin variaciones significativas, aunque Argentina experimentará un crecimiento destacado, seguido por Chile, Perú y México con diferentes tendencias.
En el panorama regional, los efectos de la inflación se harán sentir en la industria de Bienes de Consumo de Alta Rotación (FMCG) en 2024. Se prevé un aumento del 3% en los precios en los próximos 12 meses hasta mayo de 2024, resultando en un aumento del 21% en los bienes de consumo en los últimos tres años.
A pesar de estos desafíos, los consumidores latinoamericanos siguen siendo optimistas sobre el futuro económico, con un 43% creyendo que les irá mejor en 2024. Los precios bajos (21%) se mantienen como el atributo más importante al elegir una marca, seguido de seguridad e higiene (14.2%), soluciones saludables (13.9%), y productos amigables con el medio ambiente (13%).
En cuanto a las tendencias para 2024, la investigación de NIQ identifica cuatro aspectos clave. Primero, la inflación a largo plazo seguirá afectando a los consumidores. Segundo, se observa una resiliencia creciente del consumidor, buscando estrategias para afrontar la crisis del costo de vida. Tercero, se destaca la era del gasto calculado, donde las prioridades en el hogar prevalecen entre los consumidores globales, dando importancia a los servicios públicos y alimentos. Cuarto, el consumo responsable se vuelve más relevante, con los consumidores priorizando alimentos y perecederos, pero enfrentando dificultades para encontrar opciones sostenibles (26%).
En perspectivas y estrategias para la industria, de acuerdo con Oscar Cabrera de NielsenIQ, las empresas deben considerar la presión en el bolsillo de los consumidores como un factor clave para 2024. Se destacan estrategias esenciales, como la omnicanalidad para asegurar que los canales se complementen, la comunicación del impacto individual y social en productos saludables y responsables, y la integración de gasto, marca propia y promociones para controlar el gasto.
Productos innovadores, practicidad y comodidad, la eliminación de tiempos de espera mediante una logística eficiente, y la personalización basada en la compra son aspectos clave que las empresas deben priorizar para adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores y triunfar en 2024. En conclusión, la industria enfrenta desafíos significativos, pero las oportunidades para la innovación y la adaptación a las necesidades cambiantes de los consumidores marcarán el camino hacia el éxito en 2024.
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