En México los ataques en comercio electrónico realizados con tarjetas fraudulentas representan el 6% de las transacciones totales. A nivel mundial, en materia de comercio electrónico, de cada cien transacciones realizadas con tarjeta de crédito el 67% son aprobadas; es decir, procesadas exitosamente. Por otra parte, el 33% restante enfrenta algún tipo de problema, como rechazo de la transacción o errores en el ingreso de la información y un porcentaje inferior al 2% tiene problema con el robo de identidad y/o robo de información de la tarjeta, según un estudio de Visa.
“Contrario a lo que se piensa, las compras en el comercio electrónico son cada vez más confiables, pues las plataformas de pago son cautelosas con sus medidas de seguridad, lo que permite ir minimizando el miedo al fraude que tienen las personas al comprar y vender por internet” comentó Pablo González, gerente de PayU Latam en México, quien aseguró que actualmente es más común la clonación de tarjetas en los centros comerciales o gasolineras, que en una tienda online.
Ante la incidencia de fraudes, manifestó el ejecutivo, las pasarelas de pago, que permiten a empresas y negocios recibir transacciones online, protegen a sus clientes contra delitos electrónicos desarrollando sistemas antifraude robustos que brindan los mayores estándares de seguridad y contribuyen a generar confianza en los consumidores y empujar la tendencia creciente del comercio electrónico.
“Si bien el porcentaje de incidencia de fraude en México alcanza hasta el seis por ciento, en PayU lo hemos reducido a menos del 2% en las transacciones de nuestros clientes. Poseemos un módulo antifraude, que monitorea y analiza las transacciones que se realizan en línea”, señaló Pablo González. Dicho sistema es capaz de identificar los intentos de fraude y rechazar o detener las transacciones riesgosas; además es adaptable a los requerimientos del comercio, cliente o la industria en el que se desempeña, abundó González.
El bajo impacto de fraude en el comercio electrónico se debe a los esfuerzos que realizan los diferentes actores de la industria para controlar y prevenir los riesgos. “Es importante que las tiendas virtuales, las pasarelas de pago y las diferentes empresas de la industria trabajemos de cerca con el fin de generar alertas e identificar personas sospechosas que puedan estar realizando compras indebidas, así como alertas positivas de buenos compradores, para lograr que vendedores y compradores puedan negociar en línea con total seguridad”, aseguró el ejecutivo.
De acuerdo con el Instituto Latinoamericano de Comercio Electrónico, después de Brasil, México es el mercado que más factura a través de esta vía. En 2013, creció 41.89% respecto al año anterior, lo que hace que el mercado valga 121 mil 600 millones de pesos, según cifras de la Asociación Mexicana de Internet.
