Integradores

UAM, Lufac e Intel: alianza que da resultados

•El clúster integrado está en el lugar 225 del Top 500 de súpercomputadoras
•El integrador es una empresa 100% mexicana


A cinco meses de poner en funcionamiento la súpercomputadora Aitzaloa, ubicada en la UAM campus Iztapalapa, se tiene previsto integrarla a más tardar el próximo año a la Delta Metropolitana de Cómputo de Alto Rendimiento, una red de cómputo en la que participan la UNAM y el Cinvestav.

Al respecto, Jesús Sánchez, gerente de Cuentas de Canal de Intel, señaló que siempre están enfocados a apoyar sus cuentas, sobre todo a las nacionales; caso concreto: Lufac, empresa que cuenta con una experiencia muy fuerte en lo que a súpercómputo se refiere y con la que tienen varios años trabajando.

Según Sánchez, participaron dando apoyo en la decisión de los productos idóneos, de última generación y que en el momento en de la licitación estuvieran disponibles.

“En ese caso eran procesadores Xeon de la serie e5472 a 3GHz, y lo novedoso era que tenían un Front Side Bus de 1,600MHz, lo cual ayudaba grandemente en el procesamiento paralelo, que era una de las cosas de lo que la UAM requería”, abundó.

Por parte de Lufac, firma mexicana dedicada principalmente al cómputo de alto rendimiento desde hace 12 años, participaron en la licitación que se hizo pública. “Con la ventaja de trabajar con Intel por tantos años, ganamos dicho concurso”, mencionó Lucy Benítez, directora general del integrador.

“A parte de todo el trabajo previo para ofrecerles una solución adecuada a sus necesidades, a nosotros nos corresponde montar en su totalidad el proyecto: la instalación física y la configuración inicial”, agregó la directiva.

Mientras tanto, la universidad ha obtenido beneficios específicamente en la producción de artículos de investigación.

Desde febrero a la fecha, el clúster está trabajando a más del 80% y más de 1,900 cores en promedio, aunque hay días que este número varía. “Esto quiere decir que los usuarios ya lo están utilizando de manera adecuada, pues anteriormente terminaban sus simulaciones en dos semanas y ahora lo hacen entre dos y cinco días”, resaltó Juan Carlos Rosas, supervisor del laboratorio de cómputo en la UAM Iztapalapa.

El entrevistado puntualizó que esto es “gracias al programa de capacitación que existe actualmente en el laboratorio, conformado por alumnos de la licenciatura”.

Benítez declaró que siempre han creído en la capacitación de la gente que labora en la misma. Un ejemplo de ello es el personal experto en su área de súpercómputo, ya que en su gran mayoría son egresados de dicha casa de estudios.

“En este caso no fue necesaria demasiada capacitación, porque la UAM cuenta con los recursos suficientes y un amplio conocimiento de lo que está haciendo”.

Apertura de mercado

Este proyecto tuvo una variable que otros no lo habían tenido, al parecer de la representante de Lufac, y fue que la UAM abrió la iniciativa para empresas locales y esto no es algo común.

Para la mencionada empresa esto es un parteaguas, sobre todo por la oportunidad de apertura que hubo, ya que regularmente la participación se cierra para las compañías locales.

“No hay la credibilidad de poder demostrar, como una firma local, que puedes tomar un paquete así y resolverlo correctamente. Hoy, con la implementación de esto, la imagen de Lufac se vuelve internacional y creíble, porque no solamente pudo con la implementación sino con todo el trabajo postventa”, enfatizó la entrevistada.

Para concluir, el gerente de Cuentas de Intel apoyó la visión anterior, abundando: “Esto nos deja una democratización en el tema de súpercomputadoras. Ahora, muchas instituciones saben que tienen la posibilidad de aspirar a esta tecnología, con empresas como Lufac y con resultados importantes y palpables”.

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