Lo que la epidemia se llevó

Si recordamos que el turismo es la tercera fuente de ingresos para el país, luego del petróleo y las remesas, veremos que estamos ante un escenario poco alentador pues en los puntos de la República donde el turismo es el motor de la economía no sólo los hoteles dejarán de percibir ingresos, sino también cientos de restaurantes, tiendas, boutiques, servicios de transporte, etcétera.

A su vez, todos aquellos ciudadanos y empresas cuyos ingresos directos se vean afectados, dejarán de consumir productos y servicios de otros. Y en varios puntos de esta cadena encontraremos a la industria de TI.

Por otro lado, los días recientes nos hacen ver la necesidad, como sociedad y, sobre todo como empresa, de tener siempre un plan B y contar con los elementos necesarios para que la continuidad del negocio sea lo último afectado.

Fue así como desde nuestra posición constatamos cómo ejecutivos de diversas empresas estuvieron trabajando a distancia, vía Messenger o con BlackBerry en mano.

En algunas empresas se instruyó al personal para llevar su computadora a casa y seguir así sus labores, mientras que en algunos otros casos, los menos, los corporativos se valieron de la virtualización de escritorio, redes privadas virtuales y comunicaciones unficadas para enfrentar la contingencia.

También las redes sociales y microblogs se convirtieron en nuevas formas de estar siempre informado. Ahora, el mensaje oficial y la actitud de la población está más encaminada a regresar a la normalidad, aunque, como veremos en los próximos meses, la normalidad no volverá a ser la misma que conocimos antes de la influenza.

Ahora debemos estar preparados para un eventual regreso de las infecciones en la época invernal y, ¿quién sabe? quizás otra contingencia.