Editorial

Buenas señales

Hace unos días, el presidente de la República, Felipe Calderón, comentó que la incertidumbre acerca de la estabilidad económica del país se estaba superando debido al alto nivel de debate en al ámbito político.
Y el sector legislativo lo está demostrando, ejemplo de ello es la aprobación –el día 12 de noviembre– del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2008, cuando por ley se establece que se debe hacer a más tardar el 15 del mismo mes.

 

El mensaje que se debe rescatar de este acto legislativo es la capacidad de los diputados de diferentes bancadas para lograr acuerdos en común, que beneficien a todos los sectores del país.

 

Sin duda, se necesitan reformas estructurales de fondo, que se están dando a la par de la tan nombrada transición democrática. En el proceso se pueden ver intentos de inestabilidad, pero la economía mexicana se ha fortalecido poco a poco y los diputados y senadores, por su parte, logran el dialogo en un mismo sentido positivo para el país.

 

Es así como se va configurado el escenario para 2008, en el que, a pesar del ambiente de austeridad, el gasto público servirá como detonador de crecimiento económico.

 

En nuestro sector desatará una reacción en cadena en grandes y medianas empresas, que beneficiarán a la industria de TIC, sobre todo en infraestructura.

 

En todo el sector, Select estima un crecimiento cercano a 8%, menos de lo estimado para 2007 en el orden de 9%. Queda claro que el crecimiento es lento, pero firme y, sin duda, se tendrá que convivir con la austeridad, no sólo del gobierno, sino también de las empresas, que requieren hacer más con menos.

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