15 años despues, la industria de TIC aprendió algunas lecciones

Diversos factores que rodean a las TIC van en ascenso; la incertidumbre macroeconómica, la competencia, el poder de negociación del cliente, nuevos y más sofisticados productos.

En contraparte, otros van a la baja: los precios, los márgenes y los presupuestos para invertir en TIC. Una lección aprendida en estos años es que la industria sólo podrá seguir creciendo si demuestra que es capaz de ayudar a organizaciones e individuos a incrementar su productividad y eficiencia, fomentando la innovación y el uso de TIC.

En México, la intensidad de TIC (mercado TIC vs. PIB) no se ha incrementado en los últimos 15 años. En 1992 esta relación era de 5.0% y hoy es de 4.4%. Son muchos los factores que han limitado el avance de la intensidad de TIC; la alta concentración de tecnología en grandes ciudades, la falta de programas de apoyo para la industria, entre otros.

Sin embargo, la agresiva reducción de precios en bienes y servicios de TIC ha propiciado tasas de crecimiento moderadas. Los usuarios se quejan de las grandes cantidades de dinero que invierten en tecnología, pero también es cierto que hace 15 años el precio promedio de una PC era de 2 mil dólares y ahora pueden adquirir hasta cuatro equipos por esa misma cantidad, y la capacidad de cómputo y procesamiento es infinitamente mayor.

Un cuarto de siglo reduciendo precios… y la historia continuará

La caída tan drástica de precios en equipos de cómputo ha contribuido a una mayor adopción tecnológica. En los últimos años, hemos sido testigos de una mayor facilidad de uso, convergencia de medios digitales y opciones de financiamiento, entre otras bondades tecnológicas.

Otra lección aprendida es que no importa cuánto hayan bajado lo precios, esta industria nos seguirá sorprendiendo con precios a la baja mediante nuevas iniciativas.

Márgenes a la baja se compensan con mayores volúmenes

Otro fenómeno que ha afectado al desempeño de la industria TIC en los últimos 15 años es la reducción de márgenes. La erosión ha sido continua y contundente, sin importar el tipo de negocio, y el canal de distribución parece ser el más afectado, convirtiéndose en el eslabón más débil de la cadena.

En algunos canales, el margen neto llega a ser cero o incluso negativo, obligándolos a buscar otras formas de compensar ganancias. Algunos incentivos que han ayudado a subsanar esta reducción son: rebates, esquemas financieros (pago anticipado), apoyo por desarrollo de canal, líneas de producto exclusivas, entre otros.

Sin embargo, si analizamos los montos de utilidad neta (no sólo el porcentaje), se observa un incremento en todos los tipos de negocio, debido a la masa crítica alcanzada en los volúmenes de venta. La pregunta sería: ¿qué tan sostenible es esta práctica de negocios en el mediano y largo plazo?

Evidentemente, la respuesta es negativa, es por eso que los canales han tenido que evolucionar su modelo de negocios, haciendo énfasis en la venta de soluciones y servicios, ya que hace 15 años los servicios eran prácticamente regalados por el canal de distribución. Hoy, la lección ya fue aprendida por muchos.

Facturación de negocios TIC

La facturación de los prestadores de teleservicios sigue siendo muy alta, pero los prestadores de servicios TI más avanzados han ganado terreno, creciendo a tasas más elevadas.

De hecho, el mercado de TI duplicó su participación del 1992 al 2007; no obstante, el avance sigue siendo lento, sobre todo cuando se compara con el peso que TI tiene en países desarrollados.

En los canales, la competencia ha sido muy aguerrida y muy pocas empresas han mantenido su liderazgo en los últimos 15 años. La mayoría ha enfrentado una gran cantidad de problemas, llevando a algunos a su desaparición.

Una de las lecciones más importantes aprendidas por los canales se refiere a la especialización, destacándose el desempeño de los negocios que se han enfocado en algún producto o solución, y como ejemplo tenemos a algunos mayoristas de soluciones, consumibles, componentes, redes y otros.

Sin duda, hoy tenemos una industria mucho más madura que hace 15 años, pero pereciera que aún debemos esforzarnos por salir de la adolescencia.