Laberinto empresarial

En algunas ocasiones la tarea de iniciar una empresa en este país resulta toda una odisea. Peor aún: pareciera un atentado contra la nación por la serie de trabas y de dificultades que se presentan antes de abrir las puertas al público, entre ellas: conseguir un crédito, la enorme cantidad de permisos a gestionar y trámites burocráticos a realizar. La situación anterior se suma a los obstáculos que conlleva el arranque de una empresa y que, sin duda, pueden descapitalizar a un emprendedor y volver titánica la tarea de permanecer a flote una vez iniciado el trabajo.

Cuando iniciamos un negocio, en ocasiones es fácil sentirse “sólo contra el mundo”; pero si su compañía se dedica al desarrollo de software, no es así. Hace poco la Secretaría de Economía comenzó a trabajar en conjunto con la iniciativa privada para identificar a los sectores económicos que, de desarrollarse de forma sostenida, impulsarían al resto de la economía nacional y el mercado de programas de cómputo resultó ser uno de ellos, por lo que hoy en día se trabaja arduamente por encontrar la manera más efectiva para apoyar a la industria.
Desde hace algunos años un grupo de empresas, instituciones educativas y organismos gubernamentales actúan de forma coordinada en pro de esta industria y se aglutinan en un esfuerzo conocido como PROSOFT, encabezado por la misma Secretaría; es un organismo encargado de elaborar y ejecutar las estrategias dirigidas a este sector.
Desafortunadamente, estas iniciativas no tendrán impacto alguno si antes no realizamos un examen de conciencia para encontrar cuáles son las áreas de oportunidad de estas empresas, cuáles sus fortalezas y sus lados débiles. Es sencillo, ya que es conocido que nuestros desarrolladores cuentan con excelente preparación tecnológica, creatividad a prueba de balas y un arsenal interminable de ideas.
El problema recae en la parte comercial: ¿Qué hacer con la primera versión de un producto una vez que está listo y corriendo? Y es natural, generalmente estas empresas están formadas por excelentes ingenieros y pocos, muy pocos, mercadólogos.
Por esta razón, cada vez es más común encontrar a estos mismos ingenieros capacitándose en las universidades más caras del país y tomando cursos de mercadotecnia, publicidad, comunicación, ventas efectivas, entre otras disciplinas.
Desafortunadamente para los ingenieros estos programas están, en su mayoría, enfocados a la comercialización de productos (cuando el software es un bien intangible, por lo que requiere otro tratamiento), son largos e implican una inversión en tiempo que los desarrolladores tienen en pocas ocasiones.
Para contra restar esto, por fortuna existen en el mercado otras opciones de capacitación, enfocadas en su totalidad al mercado de software que contemplan en el programa, las variables de tiempo y necesidades prácticas de los asistentes. También contienen herramientas para desarrollar estrategias de posicionamiento, desde el nombre del producto hasta técnicas de publicidad pasando por la creación de estrategias de mercadotecnia, relaciones públicas y comunicación, finalizando con metodologías precisas para hacer más cortos y efectivos los ciclos de venta de bienes intangibles.
PROSOFT, a su servicio
Recientemente se realizó un evento para dar a conocer los avances de PROSOFT así como algunas directrices para el año 2004; entre las buenas noticias para los desarrolladores están:
a) En enero próximo se publicará un estudio de mercado realizado por la propia secretaría, contiene los sectores productivos nacionales que necesitan aplicaciones para elevar la producción y los requerimientos particulares de las empresas. Esta información será de gran utilidad para enfocar esfuerzos tecnológicos y económicos en proyectos con oportunidades reales de éxito comercial.
b) Existen avances importantes en el tema de la legislación de estas actividades así como en el de la firma electrónica lo que, sin duda, impulsará las transacciones comerciales electrónicas y, por consecuencia, al mercado de software
c) Se trabaja con los gobiernos estatales y universidades en toda la República en un programa que apoye el nacimiento y crecimiento de empresas de software; se habla de incubadoras que proporcionarían financiamiento y capacitación a los interesados en este sector.
Existen apoyos adicionales, que los interesados pueden consultar con todo detalle en www.software.net.mx; pero lo más importante no es que existan, sino aprovecharlos de la mejor manera posible y, por supuesto, creérnosla. Somos muy buenos en el aspecto tecnológico, nuestros productos son de alta calidad, si sabemos venderlos, tendremos recursos para seguir invirtiendo y crear versiones funcionales que satisfagan al público de manera que se cree un círculo virtuoso de tecnificación en México.